A cinco sets largos se ha extendido la crisis de la Federación Chilena de Tenis. El largo camino de desavenencias que han dejado las malas administraciones suma ahora un nuevo capítulo, un punto de quiebre más en la relación que ha habido entre sus dirigentes, actuales y previos; elegidos e impuestos.

El asunto ahora es que la directiva de la Fetech decidió hacerse un lado en todo tipo de funciones, para dejar la administración de manera completa al interventor, Cristián Ramírez, quien fue nombrado en diciembre de 2016.

De acuerdo con lo que explica Óscar Rojas, presidente de la federación: "El directorio sólo informó a las asociaciones, que va a cumplir estrictamente con la resolución que designó a la administración externa, en la cual se suspendió al directorio de ese momento, que era de Ulises Cerda y a todos los que le sucedían. No es una renuncia y esto en razón de que al carecer de atribuciones, precisamente por estar suspendidos, es muy difícil trabajar junto a la administración externa, que tiene todas las facultades, mientras ella se mantenga".

La función del interventor es encargarse de todas los proyectos que impliquen dineros públicos y su permanencia durará hasta que se logre sanear la situación, una situación que a las luces actuales, se ve lejana.

La relación de Ramírez con el directorio nunca ha sido muy fluida y hoy se puede decir que está perdida.

Rojas insiste en aclarar que "esto no es una renuncia, sólo acatar la suspensión que nos afecta, ante la dificultad que se ha tenido para trabajar junto a la administración externa y que esa suspensión no es a nosotros en particular, sino a cualquier directorio que venga desde Ulises (Cerda) en adelante".

La situación del tenis chileno es compleja. Desde otra arista, hay que agregar que un particular, Milovan Kegevic, presentó un recurso de protección contra el Instituto Nacional de Deportes (IND) por las atribuciones de Cristián Ramírez, el que está en estudio.

Encima está el hecho que el directorio de la Fetech no ha podido generar muchos auspicios, por lo que la crisis financiera sigue igual. Incluso se le debe dinero al staff del equipo de Copa Davis.

El tenis chileno sufre otro punto de quiebre.