El gobernador de Texas Rick Perry buscará la nominación como candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, según lo anunció hoy oficialmente en un discurso en Carolina del Sur.

Perry, de 61 años, se convierte así de inmediato en un importante candidato entre los numerosos postulantes a desafiar al Presidente demócrata Barack Obama en las elecciones de noviembre de 2012.

"Es hora de que Estados Unidos vuelva a funcionar, y es por eso que con el respaldo de mi familia y la firme convicción en la bondad de nuestro país, me declaro ante ustedes como candidato a presidente de Estados Unidos", dijo Perry ante un mitin de activistas conservadores.

El republicano criticó la política económica del presidente Obama, señalando que el país enfrentó un "liderazgo sin timón". Perry culpó al mandatario por la elevada tasa de desempleo y la reciente rebaja de la calificación de la deuda estadounidense por parte de la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's.

"Este Presidente y su gran gasto, sus grandes políticas gubernamentales, han prolongado nuestro sufrimiento nacional y no lo han aliviado", se lamentó Perry.

Dos ex gobernadores, Mitt Romney de Massachusetts y Tim Pawlently de Minnesota, se cuentan entre los principales republicanos que ya se anotaron en la carrera. La congresista Michele Bachman de Minnesota se sumó recientemente a la contienda y recibió una importante cobertura mediática.

Perry, quien está hace casi 11 años al mando del estado norteamericano de Texas, había dicho meses atrás que no estaba interesado en la presidencia.

El texano asumió el cargo de gobernador en diciembre de 2000 de manos de George W. Bush, un mes antes de que éste se mudara a la Casa Blanca.

Perry -quien tuvo un pasado demócrata- se mantuvo desde entonces ininterrumpidamente en el cargo, siendo actualmente el gobernador de más tiempo en su puesto. Con 25 millones de habitantes, Texas es el segundo estado más poblado de Estados Unidos, tras California.

El anuncio de Perry pareció robarle protagonismo a otros contendientes de su partido, en una jornada en la que gran parte del campo republicano se da cita en Ames, Iowa, para una tradicional votación que sirve de termómetro electoral.

En poquísimos casos el ganador del denominado Straw Poll obtuvo hasta ahora la candidatura presidencial. Pero para los perdedores es un indicio de la inviabilidad de sus aspiraciones en la contienda partidaria interna.

Entre los principales favoritos se cuenta la congresista Bachmann, que tiene el respaldo del Tea Party. El nombre de Romney se encontraba en la boleta de votación, pero éste rechazó aparecer.