Lleva casi un año en discusión, pero ya está en marcha y sin retorno: la Fundación Música de Chile, de la cual depende el sello Oveja Negra, decidió terminar con la producción de discos físicos. Desde su fundación en 2006, han editado trabajos como los de Manuel García, Chico Trujillo o el nominado al Grammy La bala, de Ana Tijoux. Pero este año la institución abandonará el formato CD, en un proceso progresivo que apunta a cambiarse, totalmente, a la producción digital.
El fin del formato obedece a razones económicas. Y es que la propuesta de Oveja Negra era distinta a la que ofrecen los sellos tradicionales. Mientras que ahí, las regalías para los artistas se aproximan al 8%, Oveja Negra ofrece el 75% y se hacía cargo de la fabricación de los discos, su distribución y promoción. Sin embargo, los músicos debían financiar sus grabaciones. Las ganancias por la venta de discos pocas veces alcanzaban a cubrir la inversión de los músicos en la producción de sus trabajos. Menos, para reponer dinero de los gastos que asumía la Fundación Música de Chile. Ese fue el modelo que ahora abandonarán.
El presidente de la SCD, Alejandro Guarello, asegura que el cambio obedece principalmente a los nuevos hábitos de consumo musical. "Se trata de adecuarse a los nuevos tiempos y cómo hoy se comercializa la música, con toda la fuerza con que viene lo digital", dice.
Para ello, la Fundación Música de Chile reenfocará los recursos destinados a la fabricación de discos a su difusión y promoción digital. Durante este año se discutirá la creación de un "centro de promoción de la música chilena", que además buscará "alianzas con privados, y auspicios", según explica el presidente de la SCD, para inyectar recursos al fomento de la música nacional. Asegura, además, que el catálogo físico de Oveja Negra seguirá comercializándose en los puntos de venta tradicional.
La SCD conservará uno de sus dos brazos discográficos y seguirá editando compactos a través de Sello Azul. "Es una ampliación de nuestro rango de acción", insiste Guarello. Eso, porque una de las críticas que comenzaron a surgir hacia Oveja Negra era cómo seleccionaba a los artistas que integraban su catálogo. En septiembre, una asociación de artistas autodenominados como "Músicos Indignados" hicieron pública esta discusión. "Ahora necesitamos abrir la participación. Oveja Negra no se puede hacer cargo de toda la música que se edita en Chile. Existe un comité técnico que selecciona los proyectos, pero con el paso a digital, abriremos el espectro", dice Guarello.
El nuevo proyecto aún está en discusión, por lo tanto, son muy pocos los músicos al tanto de los cambios. La cantante Isabel Parra -en entrevista a La Tercera por el lanzamiento de su libro Ni toda la tierra entera- afirma: "El directorio de la SCD decidió que el proyecto de Oveja Negra no continuará, así que tendremos que irnos con la música de la Violeta a otra parte. ¿Dónde? No sé".
Ahora comienza, según comentan al interior de la organización, un trabajo para convencer a los músicos sobre las virtudes de la distribución digital, por sobre edición física de sus productos.
DE TRAYECTORIA
Oveja Negra inauguró su catálogo propio en 2006 con una primera camada de 15 artistas, que incluía, lanzamientos como la reedición de Banzai de Joe Vasconcellos, el álbum Valentín Trujillo y Pedro Amat del pianista y su nieto, un DVD de Cecilia Echenique y otros anuncios como una compilación para el grupo Lafloripondio (15 años y ni un brillo, que terminó editándose en 2009).
Así, bandas como Fiskales Ad-hok, Sinergia, Leo Quinteros, Juana Fe y Camila Moreno pasaron por sus filas. También realiza trabajo en conjunto con otras casas discográficas. Gran parte del catálogo de Quemasucabeza -donde se incluye a Gepe y Pedropiedra- apareció en la calle fruto de una alianza con la Fundación Música de Chile. Lo mismo con el catálogo de Algo Records -Guiso, Perrosky y Philipina Bitch, por ejemplo, aparecieron por esa vía-. En 2012, Oveja Negra editó 28 discos: si bien es una cifra considerable, representó apenas un 7% del total de la producción nacional, que se acercó a los 400 discos.