Ocurrió en abril de 2012 en las oficinas de Moneda Asset Management. Frente a frente, el presidente de la gestora, Pablo Echeverría, en compañía del abogado y director de las cascadas, Pablo Guerrero; le pidió explicaciones a Julio Ponce por los primeros indicios de operaciones bursátiles "fraudulentas", que hicieron ganar siempre al ex presidente de SQM y su círculo, y perder a los minoritarios, entre ellos Moneda. Dicho caso, más tarde, sería conocido como cascadas.

La respuesta de Ponce, según relató Echeverría a la fiscal Tania Sironvalle el pasado 16 de enero en la arista penal del caso, fue la siguiente: "Julio Ponce, ante estos hechos respondió con una serie de evasivas, pero nunca afirmó que Moneda no tenía la razón, sino que reforzó los hechos de que a él le había costado años armar la estructura de las cascadas, que no estaba dispuesto a cambiar su estructura en beneficio del interés social o de un mejor gobierno corporativo".

Echeverría agregó que "finalmente, después de una serie de amenazas que no vale la pena detallar, me contestó que las operaciones estaban hechas y si volviera el tiempo atrás algunas de ellas, no las hubiera hecho o hubiera buscado otra forma de realizarlas, pero que sin embargo ya no era posible corregir el pasado".

Todo esa discusión se dio en el contexto de que Moneda le solicitaba que parara "de hacer estas millonarias transacciones en bolsa con acciones de las cascadas, cuyo objetivo era mantener el control de SQM". También le pidió reversar la creación de Potasios y Nitratos como nuevas sociedades integrantes de las cascadas.

Dichas nuevas sociedades, para el presidente de la gestora, "permitían que Ponce controlara y manipulara los precios de las sociedades cascadas y, a su vez, tener un mayor número de vehículos para realizar transacciones entre partes relacionadas, las que tampoco nunca tuvieron el tratamiento de tales con la justificación que se amparaban en la nueva política de habitualidad y era realizadas por bolsa".

Apuntó que él mismo le dijo que si no arreglaba la situación, "usaría los conductos regulares para denunciar esta gravísima situación de abuso, primero hablando con él, y luego denunciando en las juntas ordinarias de accionistas que ese año se realizaron en julio de 2012. Días después de la junta fuimos a la SVS en agosto de 2012 y denunciamos las operaciones y pedimos a la SVS investigar el caso".

Y así partió uno de los casos más grandes de posibles manipulaciones en el mercado bursátil, y que tienen a Ponce y su círculo investigado por la Fiscalía Centro Norte, además del ex gerente Aldo Motta, a punto de iniciar un juicio oral donde arriesga penas de entre cinco y siete años de prisión.

Para Echeverría, "el esquema diseñado, desarrollado y ejecutado por el señor Julio Ponce Lerou (…) constituye el escándalo y fraude financiero más importante realizado en Chile desde la crisis financiera de 1982, es decir, constituye el mayor abuso contra los accionistas minoritarios de los últimos 30 años (y) el no resolverlo correctamente tiene consecuencias nefastas para el prestigio de nuestro país, sus instituciones, el mundo empresarial y mercado de capitales", apunta, y agrega que "la confianza en nuestro mercado no se recuperará mientras siga abierto el caso, cuya investigación se inicia por parte de la SVS en 2012 hace más de 4 años".

En la declaración, Echeverría comenta que hubo una segunda reunión, donde además estuvieron Ponce y el abogado de Moneda, Pedro Pablo Gutiérrez. "No se llegó a nada, Ponce solo buscaba dilatar porque se venían las juntas de julio, donde finalmente hicimos las denuncias ocupando los canales formales".

El presidente de Moneda tampoco le cree a Ponce cuando dice que él no tiene nada que ver con este supuesto esquema y que las pérdidas fueron por un contexto mundial adverso y no porque él haya manipulado algo.

"No es creíble, como se lee en las declaraciones del señor Julio Ponce, presidente de las cascadas, no se acuerde en la mayoría de los casos de estas millonarias transacciones, donde hubo casos, como la operación Linzor, donde estuvo en juego el control de SQM. Claramente, nunca se pretendió vender ese paquete de 5 millones de SQM-A".

Sobre la "participación directa del señor Julio Ponce Leoru", Echeverría ejemplifica con una compra de 2008 de un paquete importante de acciones de Calichera-A donde el comprador habría sido Bancard, la sociedad de inversiones del ex Presidente Sebastián Piñera.

"A los pocos días llamé al señor Julio Ponce para ver la posibilidad de vender nuestras acciones de Calichera de propiedad del fondo Pionero, me contestó que ya no tenía recursos para comprar más acciones. Pocas semanas después, SQM reportó resultados históricamente altos, los que hicieron subir las acciones de SQM en forma muy importante y por ende todas las acciones de las cascadas. Meses después comencé a recibir varios llamados de corredores de bolsa de parte del señor Julio Ponce para comprarnos nuestras acciones, evidentemente era él y Aldo Motta los que estaban detrás de todas las operaciones", recalca.