Pablo Escobar (38 años) ha debido cargar toda su vida con un nombre muy particular. Desde pequeño, cuando corría detrás de un balón por las calles de Asunción, recibió bromas por el alcance de identidad con uno de los narcotraficantes más poderosos de Colombia: Pablo Escobar Gaviria. Hoy, el nacionalizado boliviano, luce un cartel mucho más amplio, que le tiene dentro de los históricos de The Strongest. El capitán, quien accede a conversar con La Tercera en la previa al duelo ante Unión Española, es el goleador tigre en Copa Libertadores, con nueve anotaciones.
¿En qué momento llegan?
Llegamos bien, después de una seguidilla de resultados importantes. Queremos seguir con esa buena racha y dependerá de lo que hagamos. Tenemos que ser serios porque al frente hay un rival fuerte, muy complicado.
Vienen de eliminar goleando a Montevideo Wanderers.
Hicimos dos grandes presentaciones, tanto de visitante como de local. Eso genera un buen ambiente, pero sabemos que la Copa Libertadores, en este momento, empieza todo de a cero.
¿Ya no es tan fácil eliminar a un equipo boliviano?
Ésta es nuestra sexta Copa Libertadores consecutiva que disputamos. Eso nos da experiencia, nos da confianza en nosotros mismos. Más allá del concepto que se tenga de cualquier equipo, nosotros intentamos hacer nuestro trabajo bien. En la Copa pasada le ganamos a Sao Paulo en Brasil, ahora a Montevideo Wanderers en Uruguay.
¿Cómo analiza a Unión Española?
Es un rival muy difícil, que también ha realizado dos grandes presentaciones en la Copa. Es un equipo muy potente, muy agresivo. Tiene jugadores muy rápidos arriba, y maneja muy bien la pelota. Churín y Salom son dos jugadores que me llaman mucho la atención.
¿Su idea es arañar acá un buen resultado y aprovechar luego la altura de La Paz?
Sí, evidentemente. Todos los que jugamos primero de visitante buscamos un resultado que nos ayude para cerrar la serie en casa.
¿Los equipos chilenos se ahogan en La Paz?
Creo que en esta última parte, el tema de la altura cada equipo supo plantearlo, manejarlo bien. No ha habido tantas diferencias y han planteado partidos que dan buenos resultados en líneas generales.
¿Le produce alguna sensación especial enfrentarse a un equipo dirigido por Martín Palermo?
Martín Palermo y Roberto Abbondanzieri son dos grandes personajes del fútbol sudamericano. Son dos ganadores en Boca Juniors. Hoy, en esta nueva faceta, poder enfrentarlos será todo una novedad para nosotros como jugadores.
¿Quedar eliminados ante Unión Española sería un fracaso?
Tenemos mucha fe, mucha ilusión de seguir avanzando en la Copa. La palabra fracaso pasa por no intentarlo, y mientras lo intentemos, y dejemos todo en cada partido, no creo en absoluto que sea un fracaso.
Usted conoce a Guillermo Hoyos, técnico de la U que lo dirigió en Bolivia.
Sí, lo conozco. No he visto a la U por el trajín del equipo. Me parece un gran entrenador, muy actualizado, muy dinámico. Le gusta mucho jugar, es muy ofensivo. Le deseo lo mejor, ya se lo dije en privado. Pienso que la Universidad de Chile contrató un gran entrenador, aunque el fútbol no tiene lógica y puede pasar cualquier cosa.
¿La U debe tener paciencia?
Sí, todos los trabajos se ven reflejados en el tiempo. Si aparecen rápido, generalmente son espejismos. Los buenos entrenadores necesitan tiempo para desarrollarse. Ojalá le vaya bien.
Como seleccionado, ¿Qué le parece los puntos que la FIFA le quitó a Bolivia para dárselos a Chile?
Un poco lamentable. Puntos ganados en cancha que te los saquen en la mesa, de gente que nunca pisó una cancha, es lamentable. Sé que hay reglamentos, sé que hay normas que cumplir, pero ese jugador (Nelson Cabrera) ya disputó una Copa América y lo permitió la propia Conmebol. Ahora jugó eliminatorias porque la Conmebol le dio la habilitación correspondiente. Creo que, infelizmente, lo que se ganó en cancha se perdió en mesa. No es lo ideal para el fútbol de ninguna parte. No sé qué pasa con los resultados de la Copa América. Si bien Bolivia no consiguió ningún punto, si lo hubiese hecho, se lo hubiesen quitado. ¿Ahí se hubiese jugado de nuevo la Copa América? No sé. Es un tema muy complicado, que nos ha golpeado mucho a nosotros como jugadores.
¿No comparte que Chile reclame su posición?
Prefiero mantenerme al margen de lo que piense o cree Chile. No soy nadie para opinar lo que piensan. Me mantengo en lo que yo creo: se jugó un partido de fútbol en el que se empató y se reclamaron los puntos que no pudieron conseguir en cancha. Infelizmente, la Conmebol y la FIFA se prestaron para todo esto. Si me los sacas, no se los des a nadie. Porque tampoco se lo ganó el equipo rival. Independiente del país que sea, no quiero entrar en polémica con nadie. En este fútbol no existe merecimiento, es lo que pasa en cancha.
¿Cuántas anécdotas ha tenido por llamarse Pablo Escobar?
Muchas. Cuando digo mi nombre, la gente reacciona con sorpresa. En el aeropuerto, donde sea. Cuando fui con Cerro Porteño a Medellín, nos tocaba jugar con Atlético Nacional, pasé por migración y al entregar el pasaporte un tipo me preguntó si era la primera vez que estaba en Colombia. Si conocía a alguien acá, si tenía familiares. Me tuvieron un rato al costado. Llamé a los dirigentes del club, vino gente de migraciones y fue todo aclarado. No tengo absolutamente nada que ver con ese personaje que no fue nada bueno para la humanidad.
¿También le dicen Patrón?
Me dicen patrón por todo esto que se generó, por el nombre. Porque casualmente soy el capitán y llevo mucho tiempo en el club. Pero tranquilos, soy el Patrón del bien. Me dicen el Patrón del bien, el Patrón del gol. Para el ego, para el orgullo, a uno le hace bien. Pero quiero aclarar que no soy patrón, soy un empleado más.