Hay realizadores que conviven con la historia y, a su gusto, la moldean, la interpretan y le dan un sentido particular. Entre los cineastas chilenos, el caso de Pablo Larraín ya puede encaminarse en el terreno de los análisis y las teorías. Los ejemplos están a la mano: rastreador de los personajes terminales de la dictadura en Tony Manero, cronista del Golpe Militar a través de la historia de un oscuro funcionario en Post Mórtem, narrador distanciado y oblicuo del retorno a la democracia en No y fabulista de los abusos morales de la Iglesia Católica en El Club, que se estrena dentro de dos semanas. Ahora, cabalgando hacia un período aún anterior, Larraín contará a su modo la historia del poeta chileno más universal. En rigor, relatará un período no mayor a 24 meses: es el tramo entre 1947 y 1949, cuando Pablo Neruda es perseguido por el gobierno de Gabriel González Videla y escapa con rumbo a Argentina y luego a Europa.
"Es el período en que Neruda construyó su identidad y forjó su leyenda. La época en que concluye Canto general, el libro que de acuerdo a los especialistas le daría a la larga el Premio Nobel. Es además un período en que está muy activo en términos políticos. González Videla dicta la ley maldita y el Partido Comunista es proscrito", explica el director Pablo Larraín, inmerso estos días en una frenética labor de preproducción.
Con inicio de rodaje agendado a mediados de junio, el director ha recorrido mil y un locaciones para esta cinta, la más ambiciosa en términos de producción de las que ha realizado. En los roles centrales estarán Luis Gnecco como Neruda, Gael García Bernal como el policía Oscar Peluchonneau, la argentina Mercedes Morán (La ciénaga) en el rol de Delia del Carril (segunda esposa de Neruda), Alfredo Castro como el Gabriel González Videla , Jaime Vadell a cargo del ex presidente Arturo Alessandri y Pablo Derqui como Víctor Pey, amigo del escritor. "Y muchísimos actores más. Es una de esas cintas donde hay demasiados secundarios y muy pocos personajes principales", agrega.
Con una estética que de acuerdo al realizador se anclará en el cine negro de los 40 y 50, la cinta contará además con una banda sonora de Carlos Cabezas. "Se basa en un hermoso guión de más de 140 páginas del dramaturgo Guillermo Calderón en el que trabajamos hace ya tres años. Es una suerte de road movie, donde Neruda escapa de quienes lo quieren capturar. Tiene un poco un tono policial, con dos personajes centrales: el policía Oscar Peluchonneau, un tipo obsesivo que existió y que luego fue director de la Policía de Investigaciones, y el poeta. Aunque Neruda ya era bastante conocido en esta época, luego de esta travesía se convierte en un gigante. Finalmente reaparece en París, recibido por Picasso", explica Larraín sobre la historia, que nació de una idea inicial de su hermano Juan de Dios, su socio en la productora Fábula.
Cuando al director se le consulta por la elección de Luis Gnecco para el rol protagónico, no deja lugar a las dudas: "Desde el principio de la producción pensamos en él. Tiene un registro extraordinario y lo conozco hace muchos años. Tiene una sensibilidad muy particular y creo que lo tiene todo para hacer un gran personaje. Además, posee su propia visión de Neruda, lo que es muy bonito". En la película, sin título definitivo aún, el autor de Residencia en la Tierra tiene entre 43 y 45 años, y un buen porcentaje del retrato se dejará también a la imaginación y al guión de Guillermo Calderón. "Cuando empezamos a investigar, lo primero que nos preguntamos fue cómo era Neruda en la intimidad, cómo se comportaba, cómo hablaba. Y, bueno, no se sabe tanto en realidad. Están sus discursos y sus lecturas poéticas, pero eso no da una dimensión de la persona. Así que estamos frente a un arma de doble filo: no hay tanto registro, pero al mismo tiempo tenemos más libertad creativa".
La cinta rendirá tributo al período a través de técnicas cinematográficas de la época: se usarán retroproyecciones para las escenas en automóvil, habrá decorados a mano y música del período. Pero el espíritu de esos años llega sólo hasta ahí. "Nos acercaremos a su figura con respeto, pero desde ahora".
También el realizador deja entrever que se trata de una película fabricada de a dos personajes. Es decir, el poeta siempre tendrá el contrapeso dramático del detective: así como Neruda arma su leyenda, Oscar Peluchonneau encuentra su propia identidad como policía sabueso. La producción se rodará en Valparaíso, Buenos Aires, París y el sur de Chile. Aún no tiene fecha de estreno.