La música, la llamada clásica, es como un búmeran para Pablo Larraín (1976). La abordó hace muchos años en su primera película, Fuga (2006), y cada cierto tiempo retorna para tocar su puerta. Este año, por ejemplo, el director debutó en el video con un clip para el nuevo disco de Electrodomésticos, banda que presentó ese mismo álbum en el Teatro Municipal. En este recinto transcurría parte de Fuga, sobre un compositor que pierde la razón, y aquí fue que ayer se anunció el bautizo de Larraín en la ópera. Se tratará de Katia Kabanová del compositor checo Leos Janácek, obra que inaugurará el 2 de mayo de 2014 la temporada lírica del próximo año (ver recuadro).
Visitante asiduo del Municipal desde niño junto a sus padres y autodefinido alguna vez como un "músico frustrado", Pablo Larraín llega a la dirección de ópera con un currículum voluminoso de tres películas con perfil internacional, una nominación al Oscar y una serie de televisión que es sinónimo de éxito. Sin embargo, el viejo fantasma de la música clásica sigue ahí, latiendo, esperando, sin nunca dejar de acechar. El próximo año ese espíritu tendrá el nombre de una ópera estrenada en 1921 en la antigua república de Checoeslovaquia y que por primera vez se hará en Chile.
"Tengo una evidente conexión emocional con el Teatro Municipal. El lugar me trae recuerdos de mi infancia y de Fuga, mi primera película. Le tengo mucho respeto además a su público, que es muy culto y no tan conservador como se cree. Por algo vamos a hacer esta ópera. Yo lo único que hago es trabajar duro desde hace tres meses para responder de la mejor forma a esta invitación del Teatro", dice Larraín.
Aunque celoso de revelar cuál será el enfoque y la huella que quiere dejar en esta ópera, el realizador de No adelanta que habrá por supuesto elementos de cine. "Tendremos una mezcla de video y también de teatro. No puedo decir aún si será ambientada a nuestra época o no, pero sí que me parece una ópera de una enorme resonancia en el Chile actual. Es la historia de una mujer casada que es infiel, pero que no puede lidiar con esta culpa y acaba suicidándose. En toda la trama hay un cinismo que es como un virus, hay problemas de clase y de religión que son insalvables. Existe una suerte de doble moral, que me parece muy actual", explica.
Basada en la obra teatral La tormenta de Aleksandr Ostrovski, Katia Kabanová transcurre en un pueblo junto al río Volga, en la rusia zarista de 1860. Su protagonista, cual Madame Bovary, es víctima de su arrojo y de su desacato a la moral de la época. "Lo que me importa es hacer entender a la gente de qué trata esta ópera. Su melodrama es arrollador, todo pasa rápida e intensamente. Le tengo respeto y quiero hacerle justicia. Además, me parece que la música de Janácek es muy cinematográfica. Evidentemente influyó a los compositores de Hollywood y a gente como John Williams", cuenta.
Katia Kabanová tendrá escenografía y vestuario de Pablo Núñez y la dirección musical corresponderá al actual titular de la Filarmónica, el conductor ruso Konstantin Chudovsky. El rol central lo hará su compatriota, la soprano Dina Kuznetsova, una de las atracciones actuales del Metropolitan de Nueva York y especialista en Leos Janácek.