"Al ver una niña sola, en medio de la noche, me preocupé, porque soy padre de una niña de cinco años y el tema de los abusos me importa. Creo que es el peor de los delitos, y por eso decido preguntarle qué hace sola a esa hora: ella me dice que espera a su mamá. Me paré y me fui. Yo no la toqué".

Con estas palabras se refirió ayer el conductor de televisión Pablo Mackenna (43) a la investigación que formalizó en su contra el Ministerio Público, por el delito de abuso a una menor.

Mackenna realizó estas declaraciones durante la audiencia desarrollada ayer por la mañana en el Juzgado de Garantía de Viña del Mar, tras ser detenido la madrugada del lunes, luego que una mujer de 34 años, denunciara que éste le había efectuado tocaciones a su hija de nueve años, mientras la menor esperaba que ella volviera del baño, en el hall del Casino Municipal de la Ciudad Jardín.

En una concurrida audiencia, que duró más de dos horas, la fiscal Vivian Quiñones expuso el relato de la niña, que constituye el principal elemento de prueba en la indagación que sustancia la fiscalía.

Según este testimonio, mientras la menor esperaba a su madre, llegó un hombre que se sentó a su lado, le habló algo que ella no entendió, sintió que tenía olor a alcohol y le tocó su pierna y los genitales, por sobre la ropa.

Sobre la base de dicho relato, la fiscal sostuvo que "son actos de significación sexual constitutivos de delito, en calidad de autor y grado consumado".

Quiñones añadió que, tras el peritaje del video de seguridad del recinto, que motivó la postergación en 24 horas de la formalización, se estableció que durante 16 segundos el imputado estuvo sentado junto a la niña, aunque eso no sea "indiciario del delito", afirmó.

"El se sienta al lado izquierdo de la niña, con sus manos entre sus piernas (las de él), hasta que la mano derecha la dirige hacia la menor, pero sin que sea posible (por orientación de la cámara y de la calidad de archivo) ver otra acción. Luego cae un objeto que él recoge con su mano derecha y se va", describió la persecutora.

Durante la audiencia, el tribunal resolvió que Mackenna no podrá acercarse a la menor ni su familia a menos de 200 metros, y que deberá firmar mensualmente en la fiscalía de Las Condes, durante los 60 días que durará la investigación.

La defensa
El defensor público Antón Carrasco cuestionó la credibilidad de la denuncia. Para ello, presentó dos testigos: Claudia Farhme (quien, según afirmó el defensor, testificó voluntariamente que Mackenna tocó la rodilla de la menor para afirmarse) y Raúl Gatica (quien, según dijo Carrasco, relató que, en medio del incidente, oyó a la niña que decía a su madre que él no había hecho nada).

Carrasco pidió, además, que se indague paralelamente una denuncia que efectuó en 2011 la madre de la menor, quien acusó que su hija mayor también fue víctima de abusos. Esta causa no prosperó, aseguraron fuentes ligadas al caso.

Testimonio
Durante la audiencia, el imputado declaró públicamente por cerca de siete minutos y respondió a las preguntas de la fiscal.

En su relato explicó que el domingo llegó cerca de las 23.00 al casino, junto con dos amigos, y que a las dos de la madrugada se quiso ir. Agregó que, al salir del recinto, vio a la menor y se acercó a preguntarle qué hacía sola y no cometió ningún ilícito.

Al salir del tribunal, dijo que "preferiría haber robado un banco a la mancha que me generó todo esto". Sostuvo, también, que iniciará acciones legales.

Por su parte, la madre de la menor reiteró ayer que, tras regresar el baño el día de los hechos, "la niña me ve y con los ojos llorosos me dijo que un hombre se había sentado junto a ella y la había tocado".