Una historia intima, de conflictos familiares y desarraigos, desarrolla la novela jardín. Una guerra religiosa basada en conspiraciones, que involucra a próceres de Latinoamérica cruza la trama de Logia.
Ambos libros, opuestos de principio a fin, fueron los que más interesaron al público en la Feria Internacional del Libro de Santiago (Filsa), que el domingo recién pasado cerró sus puertas en la Estación Mapocho.
Jardín, de Pablo Simonetti, se publicó a inicios de octubre por editorial Alfaguara. Logia, de Francisco Ortega, comenzó a circular a fines de agosto editada por el sello Planeta.
Sin embargo, el mayor contacto de ambos narradores con sus lectores fue en la Filsa, que reunió en 17 días a más de 260 mil asistentes. Y en esta 34ª versión la Cámara Chilena del Libro estima un alza del 3% en las ventas con respecto a la edición anterior.
"Fue una locura. Mucha gente, y de la más diversa, esperó en largas filas", dice Simonetti, quien asistió a firmar jardín los tres fines de semana que abarcó la Filsa. La novela ha vendido cerca de 15 mil copias. Y en la Estación Mapocho vendió más de dos mil ejemplares.
"Es una novela breve. Además, es un tema que le toca a muchas personas en distintas dimensiones", señala Simonetti sobre el interés que supone atrajo a antiguos y nuevos lectores de su trabajo.
Un fenómeno esperado, cree Francisco Ortega, fue Logia.
"Había un público que quería leer un thriller histórico chileno", dice sobre su novela que reflotó la Logia Lautarina que unió a Bernardo O'Higgins, José de San Martín y Simón Bolívar en la independencia del continente.
Logia lleva tres ediciones y ha vendido más de 10 mil ejemplares desde su salida. En Filsa vendió cerca de mil copias.
"Un día estaba firmando libros y se me acercó un evangélico. Me dijo que la historia era una falta de respeto. Al lado, estaba escuchando un tipo que era masón, que defendió Logia", cuenta Ortega como parte del anecdotario de su novela que será distribuida antes de fin de año en Argentina. Luego seguirá su recorrido por México y posteriormente será editada en España.
Mientras, jardín saldrá en marzo de 2015 en España. Ya en abril, se imprimirá en México y Argentina.
Otros autores chilenos que fueron premiados por sus lectores en Filsa fueron Roberto Ampuero con Detrás del muro y Hernán Rivera Letelier con El vendedor de pájaros.
Entre las novelas internacionales más solicitadas, en la Estación Mapocho, estuvieron Buscando a Alaska, del bestseller juvenil John Green, de EE.UU. El mismo autor de Bajo la misma estrella y Ciudades de papel.
Además, otro pedido recurrente fue El umbral de la eternidad, el cierre de la trilogía del siglo XX del autor galés Ken Follett.
La ilustración nacional también logró buena acogida. El debut de Catalina Bu y su Diario de un solo fue un verdadero acierto. Con sencillas viñetas el libro de humor gráfico, editado por el sello Catalonia, cuenta el día a día de un personaje entrañable que se refugia en su hogar.
Mientras Mira tú, de Juan Pablo Barros, reúne las historias más increíbles de Santiago. Editado por Hueders, el ejemplar fue diseñado e ilustrado por artistas de la agencia Felicidad.
Los poemas inéditos de Pablo Neruda, publicados en el volumen Tus pies toco en la sombra, fueron otra de las atracciones del encuentro. Homenajes a Nicanor Parra en sus 100 años y cerca de 500 actividades se sucedieron en los 17 días de feria.
"Creemos que el éxito de esta feria se debió a la amplitud de miras de su programa que recoge los intereses más variados, no sólo de una literatura clásica o tradicional, sino que en su camino de búsqueda de nuevos lectores", señaló Carlos Ossa, presidente de la Cámara Chilena del Libro.