Francisco Maturana, ex seleccionador de Colombia, 67 años, hoy es parte del comité técnico de la Conmebol. Pasea con naturalidad por la Copa América Centenario. Se sienta en el comedor de los estadios y degusta de un pollo con ensaladas mientras sigue en los televisores que adornan el salón los partidos que no le coinciden en la misma ciudad. "¿Usted es el Pacho? Le puedo pedir una fotografía", le dice un periodista estadounidense. El ganador de la Copa América 2001 con la escuadra cafetera accede, para después darse un tiempo para conversar con La Tercera y analizar el presente certamen.

¿Cuál es su función dentro del comité técnico de la Conmebol?

Estoy trabajando en la FIFA desde el año 2000. Esto es un estudio técnico del fútbol de la Conmebol. La idea es analizar cómo se desarrolla cada partido, realizar un informe para entregar a cada Federación, y de ahí que cada Federación lo haga llegar a sus entrenadores para que vean en qué dirección va el fútbol.

¿Cómo analiza el nivel de la Copa?

Me ha gustado bastante. Se han visto buenos equipos y la disputa final estará muy interesante.

Algunas selecciones acusan cansancio por el desgaste de sus respectivas ligas.

No, no creo en eso. Son jugadores de alto rendimiento, y por ende deben tener un médico  que les sepa llevar todas esas situaciones.

¿Le sorprendió la temprana eliminación de Brasil?

No me llama la atención lo que sucedió con Brasil. Venían mostrando mejorías desde el punto de vista táctico. Es un equipo muy flexible, con muchos argumentos, pero faltan esos hombres que le dan ese plus que ellos acostumbran a tener. Es evidente que hubo jugadores como Douglas Costa y como Neymar, que no pudieron venir, pero también es evidente que este Brasil necesita ese plus que dan jugadores de más talla.

¿Merecía Dunga el cese?

No, no es bueno buscar responsables. Es una cuestión de lógica, de simple inteligencia. Si tiene problemas Scolari, quien ya había sido campeón con ellos y también tiene problemas Dunga, está claro entonces que el problema es de los jugadores. En Brasil ya saben eso.  Hace unos meses, todos los entrenadores de Brasil se reunieron e hicieron un análisis,  miraron qué pasaba con el futuro. Antes había un tiempo que tenían a Romario, Rivaldo, Ronaldinho, Ronaldo, una cantidad ilimitada de jugadores. Ahora van con los jugadores que vienen, que son Ganso y Neymar. No hay más. Los mismos brasileros en su análisis se dieron cuenta que el problema está en la base de la pirámide, que sobre ese escenario, hay que trabajar.

¿Ya no hay jugadores brasileros que marquen diferencias?

No fluye la pirámide de jugadores.

Colombia partió bien y se enredó al final. ¿Cómo está viendo al equipo de Pekermann?

Bien, mal y regular, como ocurre muchas veces. ¿Si es candidato? Es candidato porque todos los que vienen acá son candidatos, pero después hay gustos y cada uno tiene su gusto personal.

¿A usted le gusta?

Futbolísticamente, Colombia tiene carácter. Un compromiso con toda su hinchada y está premeditada a jugar bien. Uno siempre tiene que esperar que aparezca Colombia y no solamente en el fútbol. Ojalá que también se distinga en otros aspectos y que le vaya bien,

¿Cuál selección es de su gusto?

Desde un principio, siendo colombiano, quiero que Colombia gane, pero si tengo que meter la mano al fuego, sería por Argentina.

¿Chile tiene posibilidades de volver a coronarse?

Chile es campeón de América y debe demostrarlo acá.

¿No cree que le ha costado un poco la transición de Jorge Sampaoli a Juan Antonio Pizzi?

Yo no sé.  Es muy fácil criticar cuando se pierde. Cuando se gana hay que criticar también.

¿Veía a México como uno de los rivales más fuertes?

No, los centroamericanos están por debajo de los americanos, lo digo aunque se enojen conmigo los centroamericanos. Si quiere buscar un candidato para ganar esta copa, yo lo busco en Sudamérica. El resto son sorpresas.

Usted, que dirigió en España a Valladolid y Atlético de Madrid. ¿Cree que Sampaoli podrá triunfar en caso de cerrar su llegada a Sevilla?

¿Qué es para usted triunfar?

Tener éxito. Poder llevar al club a lo más alto posible.

Si ustedes creen que Sevilla será campeón con Sampaoli en Europa, están equivocados. Es que hay una cuestión que se llama presupuesto. Cuando yo fui a España, pensé que con mi trabajo podía ser campeón en el Valladolid. Después uno se da cuenta de la importancia de los presupuestos. Si Sevilla termina cuarto o quinto, apagan las luces y tiran fuegos artificiales. También lo aplauden. Para ellos eso es su techo. En cambio, en América, si Sampaoli termina tercero o cuarto, decimos que fracasó. Él va  a un lugar que es fijo que no será campeón.