En el año 2004 a Fernando Zúñiga le diagnosticaron cáncer de próstata. Seis años más tarde, el cáncer reapareció, pero ahora en uno de sus pulmones y debió ser operado. Dos años más tarde, en 2012, el cáncer se hizo presente de nuevo, ahora en el otro pulmón, pero esta vez sin posibilidad de tratamiento.
"Me dijeron que ya no había nada más que hacer. Me hablaron entonces de una terapia nueva que estaban probando. Como no tenía otra opción, no lo pensé mucho, era sí o sí, y decidí participar", cuenta este taxista de 66 años. Fernando Zúñiga se convertía en el primer paciente en Latinoamérica en ser tratado con inmunoterapia.
La inmunoterapia es una nueva estrategia farmacológica que se orienta a identificar y bloquear mecanismos que le permiten al tumor evadir la respuesta inmune, permitiendo que el sistema inmunológico del paciente reconozca y destruya las células tumorales.
En términos sencillos, la inmunoterapia funciona sacando el freno de los linfocitos, células del sistema inmune encargadas de atacar a los agentes infecciosos como virus, bacterias y hongos y también a las células tumorales. Estas últimas inhiben a los linfocitos, desactivándolos para que no las ataquen y así ellas puedan seguir proliferando.
Osvaldo Arén, director del Centro de Investigación Clínica Bradford Hill, donde se realizó este protocolo, explica que el anticuerpo monoclonal con el que se está tratando al paciente es Nivolumab, del laboratorio Bristol Myers Squibb, termina con la inhibición a los linfocitos y permite que estos actúen sobre la célula tumoral de la misma forma en que atacaría a un agente infeccioso.
De las 12 pacientes que participaron del protocolo, seis fallecieron y los otros siguen en tratamiento y cada 15 días van al centro para continuarlo. "El anticuerpo monoclonal se inyecta por vía venosa, como si fuera un suero, durante aproximadamente 30 minutos. Don Fernando es el primer paciente que comenzó en el estudio, por lo tanto, es también el que más ciclos de tratamiento tiene (100). Hay otros pacientes que tienen tres y cuatro años con su enfermedad estable, pero el que más años de sobrevivencia tiene es él. En oncología los resultados se evalúan a los cinco años", recalca Arén.
Enfermedad detenida
Pese a los buenos resultados, todavía no se puede decir que el paciente está curado. Por ahora, la enfermedad está detenida, no ha progresado, pero no se puede decir que ya no está.
"Según los escáneres que me hacen, los nódulos se mantienen ahí. No han crecido. Cuando me enfermé, había dejado de fumar hacía más de 20 años, pero nunca fumé una cajetilla ni nada de eso. Fumaba a veces no más", recuerda Fernando Zúñiga.
Hoy, en Bradford Hill se llevan a cabo 13 protocolos de estudios, principalmente de cáncer de pulmón y renal.