A las 9.30 horas de ayer llegó a La Moneda la notificación de una conferencia de prensa conjunta, encabezada por las directivas de RN y la DC.
Poco después, el presidente de RN, Carlos Larraín, junto a su par de la DC, Ignacio Walker, presentaban un inédito documento de cuatro páginas, que propone reformas al sistema político chileno.
Fue entonces que el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, intentó infructuosamente contactarse con Larraín, para tener más antecedentes del manifiesto.
El vocero Andrés Chadwick, en tanto, esperó conocer los detalles de la propuesta para advertir al Presidente Sebastián Piñera de la ofensiva que ya comenzaba a tensionar al gobierno, a las filas oficialistas y a la oposición.
Fue el ministro Cristián Larroulet -horas más tarde- quien logró comunicarse con el líder RN, a quien le expresó la molestia presidencial. Larroulet le hizo ver a Larraín la incomodidad de que el gobierno no fuera debidamente alertado, en vista de las implicancias que puede tener un documento de esa naturaleza para la coalición.
La propuesta, que se venía trabajando hace dos meses en reuniones reservadas entre dirigentes DC y RN, plantea -además de reformar el sistema electoral- la instalación de un régimen semipresidencial, que considere la figura de un primer ministro, entre otras iniciativas (ver página 4). Según destacaron más tarde los firmantes, esta última propuesta permitiría la flexibilización de las actuales coaliciones y la búsqueda de bloques coyunturales.
La presentación del documento sorprendió e incluso generó malestar en el gobierno y en el resto de los partidos de oficialismo y oposición.
Larraín le avisó el martes a su par de la UDI, Juan Antonio Coloma, que a la mañana siguiente daría a conocer una propuesta junto a la DC.
Walker sólo advirtió el martes al titular del PS, Osvaldo Andrade, y ayer, pasadas las 8 de la mañana, notificó a los timoneles del PRSD, José Antonio Gómez, y del PPD, Carolina Tohá.
El pacto también golpeó a La Moneda, ya que, a pesar de que algunos ministros estaban al tanto de que las directivas de RN y la DC estaban "conversando", no habían sido notificados de la inminencia ni alcances del pacto.
En La Moneda acordaron tempranamente tomar distancia del documento, no sólo para evitar alterar el clima de unidad recompuesto en el oficialismo la noche del lunes, tras las diferencias de la semana pasada por las reformas política y tributaria.
Junto con ello, en el Ejecutivo no quieren aparecer contrarios a una reforma electoral que el propio Piñera ha promovido y que ya está siendo socializada y coordinada con los partidos.
Fue así que Hinzpeter abordó el tema, evitando críticas directas a RN y en especial a su timonel, y se limitó a afirmar que "más allá de que consideramos apropiados y valiosos todos los diálogos, en este momento lo conveniente es realizar primero los diálogos dentro de la Coalición".
En la UDI, en tanto, el documento fue recibido con indignación. Uno de los más molestos era Coloma, quien comentó que sólo había sido advertido de una parte de la propuesta.
Así, a la hora de almuerzo, el timonel gremialista pidió reunirse con la bancada de diputados para sondear posibles acciones. En esta cita, el jefe de bancada, Felipe Ward, calificó el pacto RN-DC como "grave" e "impresentable". A su turno, Iván Moreira lo tildó de "vergonzoso" y como "un error político". Conceptos similares emplearon en privado senadores de la UDI en su almuerzo del piso 15.
Sin embargo, tras diversos contactos con La Moneda, pasadas las 17 horas, la directiva gremialista optó por una declaración más moderada, en la que si bien rechazaban la forma en que RN negoció con la DC, hablaban de "extrañeza" y "sorpresa".
En las bancadas de RN, el texto no fue menos sorpresivo. Pero a diferencia de la UDI, las lecturas eran más positivas. El grupo de legisladores disidentes -como Lily Pérez y Karla Rubilar, que vienen propugnando por reformas políticas- lo interpretó como una victoria. Entre los partidarios de Larraín, a su turno, lo festejaban como un triunfo porque a su juicio logró uno de sus objetivos -sellar acercamientos con la DC- y encauzar institucionalmente el debate.
Pese a que la forma tampoco agradó a los aliados de la DC, sólo los socialistas Fulvio Rossi y Marcelo Díaz salieron a criticar el acercamiento de la falange con RN. Las otras directivas, si bien no escondían su sorpresa por lo inusual del episodio, optaron por valorar públicamente el documento.
En la oposición creen que con esto no sólo "aíslan" políticamente a la UDI, sino que aseguran el compromiso de RN y del gobierno para reformar el sistema electoral.