Hasta los gritos llegó ayer la discusión entre el presidente de la DC, Ignacio Walker, y la timonel del PPD, Carolina Tohá.

La disputa ocurrió a primera hora, en el comedor de la presidencia del Senado, en el ex Congreso en Santiago, en la tradicional cita de los presidentes de partido de la Concertación de los días lunes.

Lo que sería un encuentro rutinario para abordar la contingencia se transformó en un verdadero enfrentamiento que tensionó nuevamente los ánimos entre los jefes de partido del bloque opositor.

El senador DC fue el que abrió los fuegos: les transmitió a sus pares del PPD y el PR su molestia por las avanzadas conversaciones que ambos partidos mantienen con el PC, para sellar un pacto municipal y competir juntos en lista de concejales.

Durante el fin de semana, el pleno del comité central comunista había aprobado aceptar la propuesta de ambos partidos opositores, para formar parte de una lista común en la próxima elección de concejales, a la que podrían sumarse también otras fuerzas de izquierda, como el MAS y el movimiento MAIZ. Una decisión que, de ser ratificada en la conferencia nacional que el PC citó para el sábado, constituiría el primer paso para la institucionalización de un bloque de izquierda en las próximas elecciones.

Justo antes del pronunciamiento del comité central comunista y alertados del complejo escenario que se abría para el eje DC-PS, el día viernes, tanto Walker como el presidente del PS, Osvaldo Andrade, se comunicaron con su par comunista, Guillermo Teillier. El propósito de los contactos era advertirle que avanzar en dichas negociaciones dejaría "en suspenso" el pacto por omisión suscrito hace unas semanas con todo el bloque para competir unidos en las elecciones de alcaldes.

Y es que el eventual acuerdo PPD-PR-PC revivía los temores del denominado "eje histórico": no sólo la Concertación enfrentaría dividida la elección de concejales (al igual como ocurrió el año 2008), sino que la DC y el PS se verían enfrentados a competir contra una lista que es considerada como el germen del polo de izquierda, que promueven desde hace ya varios meses tanto el PPD como los radicales.

Ambos timoneles partidarios habían hecho ver a Teillier que una decisión en esa línea constituiría una "intromisión" en los asuntos internos de la Concertación, comprometiendo "la confianza" construida durante el último tiempo.

Según se encargaron de transmitir en privado ayer los principales líderes de la DC y el PS, la configuración de un eje de izquierda rompe con los equilibrios internos y amenaza la continuidad del bloque. "Esperamos que no surjan otros acuerdos que puedan empañar lo que ya hemos construido", diría a la salida de la cita de jefes partidarios Walker.

Su par socialista reforzó esta idea: "Mi preocupación radica en que el PC se incorpore a un pacto con una parte de la Concertación y que eso afecte una conducta global del bloque".

En la DC, el tema fue discutido en la reunión de mesa, donde incluso se le pidió a Walker reforzar el vínculo del partido con el PS y evitar el fortalecimiento de las fuerzas de izquierda.