El padre de Lindsay Lohan, Michael Lohan, está muy molesto con la decisión judicial tomada hace dos días en que se extiende por un año la libertad condicional otorgada a su hija, ya que cree que la actriz debería haber sido envíada a rehabilitación.
La estrella de Chicas pesadas no pudo completar el programa de educación sobre el alcohol que se le ordenó realizar, como parte de la condena por conducir en estado de ebriedad y por posesión de drogas en 2007. Por esto fue citada el viernes a comparecer ante la Corte Superior de Beverly Hills, donde su abogada, Shawn Chapman, pidió la prorrogación de su libertad condicional.
La jueza Marsha Revel accedió a la petición judicial, aunque los fiscales le advirtieron en la oportunidad a Lohan que sería envíada a la cárcel si no cumple a cabalidad los términos de su libertad condicional ampliada.
Pero el padre de la estrella no tomó de muy buena forma esta decisión e insiste en que, a sus 23 años de edad, Lohan debía haber sido enviada a un centro de rehabilitación por no completar el programa y criticó a la jueza Revel por prorrogar su libertad.
En declaraciones al sitio de internet RadarOnline.com, Michael Lohan aseguró que: "Hace poco llegué de hablar con la jueza y no estoy feliz. Ella necesita poner a mi hija en rehabilitación. ¿Cómo la dejó entrar y salir de los tribunales? Lo menos que podía haber hecho era someterla a una prueba de drogas antes de cruzar la puerta".