A través de una carta hecha llegar por sus cercanos, Alejandro Schayman Klein, condenado a presidio perpetuo calificado por el parricidio de su hija insistió en su inocencia y responsabilizó a sus abogados de haberlo persuadido para autoinculparse.

"Soy inocente, el Estado de Chile no me proporciona las garantías necesarias para presentarme personalmente" dijo Schayman para explicar, desde Bolivia, su salida del país.

Dijo ser víctima de sus abogados, quienes lo habrían engañado para inculparse y así librar de responsabilidades a la madre de Tamara, a quien responsabilizó de las agresiones que recibió la niña cuando era una lactante y que seis años mas tarde terminaron con su vida.

"Nos convencieron a mi ex esposa y a mí de que me inculpara de haber maltratado a mi hija para evitar que Mariane ingresara en el penal porque se sospecha que era ella quien proporcionaba los maltratos" explica Schayman y agregó que en la misma oportunidad le aseguraron que su situación judicial sería zanjada al corto plazo ya que buscarían declararlo inimputable.

"Me aseguraron que me dejarían en libertad porque ellos iba a conseguir que los exámenes médicos psiquiátricos arrojen un estado de esquizofrenia aguda" concluyó.

Mañana familiares de Schayman recurrirán de casación para revertir la condena de presidio perpetuo calificado que determinó la Corte de Apelaciones de Santiago.

El hecho ocurrió el 28 de marzo de 1996 cuando la pequeña Tamara sólo tenía cuatro meses de vida y fue internada por un paro cardiorespiratorio en la Clínica Las Condes. Tras salvarle la vida, los facultativos descubrieron que la pequeña presentaba múltiples fracturas y hemorragias atribuibles a golpes proporcionados por su padre. Tras permanecer seis años en coma, la niña murió.