Más de un mes después de la desaparición de 43 estudiantes en México el presidente Enrique Peña Nieto se reunirá mañana con los familiares, quienes le darán un ultimátum para que encuentre a sus hijos, mientras siguen los trabajos en un basurero del municipio de Cocula en busca de cuerpos.

"Vamos con toda la intención de exigir respuestas inmediatas y presentación de los muchachos desaparecidos de nuestra Normal porque a más de un mes sin respuestas favorables para nosotros es demasiada la agonía que hemos vivido", afirmó a Efe el portavoz de los familiares, Felipe de Jesús de la Cruz.

La desesperación de los padres crece cada día, ante la ausencia de pistas que lleven al paradero de sus hijos que desaparecieron tras una noche de violencia en la ciudad de Iguala el 26 de septiembre, en la que también murieron seis personas, entre ellas tres estudiantes.

Si el presidente no les da datos claros sobre dónde están sus hijos, De la Cruz dijo que tomarán "otras acciones" para mostrar su agotamiento.

"A cada acción hay una reacción. Nosotros hasta este momento hemos confiado en las instituciones, pero no dan resultados y por esa razón hemos perdido totalmente la confianza en el Estado mexicano, apuntó.

El encuentro, confirmado oficialmente, se celebra hoy en la tarde en la residencia oficial de Los Pinos, donde también acudirá un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural (dedicada a la formación de maestros) de Ayotzinapa, los padres de los tres jóvenes que fallecieron el 26 de septiembre, así como otros dos que perdieron la vida en un enfrentamiento con policías en diciembre de 2011.

"Vamos con mucha ira, con mucho coraje, porque han hecho creer a la opinión que han estado trabajando y a nosotros nos han metido en ese rollo, hasta vamos con ellos a las búsquedas y nos damos cuenta que nada más van, se asoman y se regresan", añadió De la Cruz.

Desde las instalaciones de la Escuela Normal, que se ha convertido en el lugar de espera de noticias para las familias afectadas, aseguró que ellos siguen pensando que "los muchachos están vivos" y que las únicas pruebas de identificación de cuerpos que van a aceptar como válidas son las que hagan los forenses argentinos que trabajan en el caso.