Nada menos que US$ 435 mil pagó una pareja de anónimos compradores en una subasta por un auto Bugatti, réplica del bólido que en la década de 1930 ganó el Grand Prix de Casablanca, el cual había permanecido más de 10 años abandonado entre la basura de una casa.

Según la historia que cuenta el diario Daily Mail, Alan Riley compró el auto en 1987, convencido que se trataba del vehículo original que ganó la histórica carrera de la Fórmula Uno en 1931, aunque con el pasar de los años lo dejó de lado hasta el día de su muerte.

Con su fallecimiento a comienzos de 2012, los familiares comenzaron a buscar entre los bienes de Riley, encontrando el Bugatti en una bodega entre desechos, por lo que llamaron a un especialista quien confirmó que se trataba de una muy buena réplica de Keith Butti, la que incluso tenía piezas originales del modelo original.

Según relató al periódico británico James Dennison, representante de la casa de subastas Brightwells Auctioneers, el bólido "fue vendido a una pareja inglesa que estaba muy feliz. Creo que van a intentar correr en el auto, aunque para eso van a tener que reconstruir algunas cosas primeros. La estimación más baja era de US$ 160 mil, así que estamos contentos con el precio de venta".