Los países árabes del Golfo Pérsico resolvieron retirar sus observadores de Siria tras la decisión tomada en ese sentido por Arabia Saudita, por lo cual el consejo de la Liga Arabe llamó a una reunión de urgencia. La decisión radica en que el régimen del Presidente Bashar Assad rechazó un plan diseñado por gobiernos árabes para poner fin al derramamiento de sangre en el país.
El Consejo de Cooperación del Golfo que integran, además de Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos y Omán, realizó el anuncio en un comunicado.
Tras conocer esa decisión, el consejo de la Liga Arabe a nivel de representantes permanentes llamó a una reunión de urgencia para analizar el retiro, dijeron fuentes del organismo.
El secretario general de la Liga Arabe, Nabil el Araby, y el primer ministro y canciller de Qatar, Hamad ben Qassem, pidieron a Naciones Unidas que convoque a una reunión del Consejo de Seguridad para informar la situación en Siria.
El pedido fue cursado en un mensaje enviado al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a quien solicitaron apoyo a la iniciativa de paz árabe.
Asimismo, fuentes del organismo dijeron que fueron enviados mensajes a la Unión Europea, el Consejo de Cooperación del Golfo, la Conferencia Islámica y la Unión Africana.
El canciller sirio, Walid Muallem, acusó hoy a la Liga Arabe de haber incurrido en una "provocación" con su nuevo plan para la resolución de la crisis en Damasco y consideró que el verdadero objetivo es llevar el tema al Consejo de Seguridad de la ONU.
La salida de los países del Golfo podría extender las divisiones entre los estados árabes sobre qué tan duro presionar a Assad, cuyas fuerzas han librado en los últimos 10 meses ataques despiadados contra grupos de la oposición y fuerzas de seguridad que han desertado.
Naciones Unidas calcula que 5.400 personas han muerto a causa de la violencia.