Una semana después del golpe de Estado en Mali la situación se complica para los soldados golpistas, ya que los países vecinos dieron un plazo de 72 horas para que devuelvan el poder al gobierno civil y se recupere el orden constitucional, de lo contrario serán castigados con "sanciones diplomáticas, económicas y financieras", según acordó la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (Ecowas) a última hora de anoche.
Los soldados derrocaron al Presidente Amadou Toumani Touré hace una semana en un golpe de Estado que argumentaron alegando la incapacidad del gobierno de poner fin a la rebelión de los tuareg en el norte.
Touré, que se encuentra en paradero desconocido en Mali, instó a los ciudadanos por radio a luchar para restablecer la democracia.
El Ecowas, una organización regional a la que pertenecen 15 naciones del oeste de Africa, amenazó con cerrar las fronteras con Mali y bloquear el comercio.
Además se podrían congelar las cuentas de Mali en el Banco Central de Africa Occidental. Muchas naciones donantes ya han congelado las ayudas al país tras el golpe de Estado y ahora sólo envían la ayuda humanitaria necesaria.
La misión de mediación del Ecowas fracasó el jueves, después de que varios presidentes de la región que se dirigían a Bamako finalmente se reunieran en Costa de Marfil por razones de seguridad. La delegación quería conversar con el líder de los golpistas Amadou Sanogo. Desde primera hora de la mañana miles de personas se habían congregado en el puerto de Bamako, la capital de Mali, para protestar contra la llegada de los mediadores.
TUAREG
A su vez, los rebeldes tuareg y los grupos islamistas armados se apoderaron hoy de la estratégica ciudad de Kidal, en el noreste de Mali, tras el ataque lanzado ayer.
Según una fuente diplomática el ataque fue lanzado por los rebeldes (del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad, MNLA) y por hombres de Iyad (Ag Ghaly, jefe del grupo armado islamista Ansar Din).
Frente a esto, el capitán Amadou Haye Sanogo, jefe de la Junta Militar calificó hoy la situación en el norte del país de "preocupante", tras la caída de la ciudad de Kidal.
En una conferencia de prensa celebrada en la capital de Mali, Sanogo pidió a sus "hermanos y socios" que se impliquen más para encontrar una solución al conflicto tuareg, que estalló en enero y que amenaza la integridad territorial del país.