El presidente Mamnoon Hussain, descartó la medida de gracia segín indicó Haji Ahmed Malik, oficial de Información de la Presidencia, un día después de que el primer ministro, Narwaz Sharif, anunciara que los 17 acusados de terrorismo no estarán amparados por la moratoria de la aplicación de la pena de muerte que existe desde 2008.
La decisión de Sharif se produjo después de que un grupo talibán provocara el martes una masacre en una escuela de Peshawar, donde mató a 132 niños y nueve profesores, tras entrar en el recinto escolar, donde lanzaron granadas y fueron clase por clase disparando.
El portavoz presidencial indicó que los insurgentes serán ejecutados "en pocos días", pero no precisó sus nombres ni especificó si son talibanes, por motivos de seguridad.
"Las órdenes de ejecución serán emitidas y sus parientes serán llamados para el último encuentro con los 17 insurgentes", indicó la fuente.
Pakistán se encuentra en estado de shock tras el asalto a la escuela, al que el Gobierno de Sharif reaccionó anunciando que los terroristas serán condenados a muerte y prometiendo mayor compromiso aún en la lucha contra los talibanes.
El ejército paquistaní bombardeó ayer objetivos talibanes en la provincia noroccidental de Khyber-Pakhtunkhwa, de la que Peshawar es capital, dejando al menos 57 supuestos insurgentes muertos.
Además, lanzaron a mediados de octubre una ofensiva para acabar con los terroristas que se esconden en Khyber, que se enmarca en la denominada operación "Zarb-e Azb" (Afilado y cortante) que comenzó el 15 junio en la región norteña de Waziristán del Norte.
Según fuentes oficiales, en Pakistán hay 7.135 condenados a muerte, cifra que Amnistía Internacional eleva a 8.000, pero aunque los tribunales del país siguen emitiendo sentencias, no se realizan ejecuciones desde hace 2008.