Los militares estadounidenses que aún permanecen en Pakistán realizando cursos de adiestramiento contra el terrorismo deberán abandonar el país en el plazo de una semana, según autoridades paquistanés citadas por la emisora Ary.
La decisión había sido tomada el 5 de mayo pasado, tras el clamor generado por la incursión en Abbottabad en la cual fue abatido Osama bin Laden.
En una reunión presidida por el general Ashfaq Parvez Kayani, la cúpula militar había decidido que la presencia militar norteamericana en el territorio debía "reducirse al mínimo esencial".
Los agentes estadounidenses están desplegados en las bases militares de Charat, Tarbela Ghazi y Attock Fort, y se ocupan de la formación de fuerzas especiales del ejército. Según el Pentágono hay unos 200 norteamericanos que trabajan en el adiestramiento de los soldados paquistaníes en el ámbito de la cooperación entre ambos países en la lucha contra el terrorismo islámico.