El resultado 1-1 de Boca Juniors ante Banfield fue lo de menos, porque al final dio lo mismo que Martín Palermo no pudiera anotar en su despedida de la Bombonera y que los xeneizes no ganaran.

Terminado el partido nadie abandonó la cancha y en medio de una ovación, el "loco" ingresó al campo, mientras a sus espaldas se leía la leyenda "no habrá otro igual".

"Estoy agradecido por todo el cariño que me dieron y por las posibilidades que me ha dado el gol. Recuerdo tantos títulos, a tantos jugadores que son parte de mi historia, pero especialmente a los hinchas. Sin ustedes Boca Juniors no sería lo que es", señaló Palermo.

Tras sus palabras, las que sólo pudo decir luego de contener las lágrimas, recibió una capa de superhéroe entregada por los niños de la fundación SOS, lo que nuevamente lo emocionó.

Además, el "Titán" agradeció a los seguidores de Boca, porque a pesar de reconocer que es hincha de Estudiantes le mostraron un gran cariño.

"Siempre los voy a llevar dentro de mi corazón", sentenció.

Por último, el club le tenía reservado un regalo muy especial. El arco que está en el sector de la 12, la principal barra de Boca, ese en el que convirtió tantas veces, fue el gran presente.

"En algún lado lo voy a poner. Esto es especial para mí. Lo voy a disfrutar y nunca voy a olvidar este estadio", finalizó.