El mismo equipo. El mismo torneo. Dos experiencias matizadas. La Copa Sudamericana 2017 era para Palestino la oportunidad de mantener el gran nivel que tuvo en la edición del año pasado. Con la misma base de jugadores, asomaba posible considerando la calidad del rival: Atlético Venezuela. Fue más duro que lo previsto, pero siguen en carrera. Mediante los penales, los de Germán Cavalieri derrotaron a los caraqueños y clasificaron a la segunda ronda del certamen.
Pasaron 70 días para la revancha. En ese tiempo ocurrieron cosas. Nicolás Córdova dejó la banca de los de colonia, y el club ha mostrado otra cara con el ex ayudante de Pablo Guede a ras de pasto. Con otro entrenador y alejados del fantasma del descenso, el conjunto de colectividad árabe enfrentó hoy a un rival luchador pero técnicamente muy limitado, además de tener como escenario la desastrosa cancha del estadio Brígido Iriarte de Caracas. Para un conjunto como el chileno, que le cuesta bastante anotar, era más complejo todavía (tienen el tercer ataque más débil del Clausura, con 15 tantos a favor).
La posesión de balón le perteneció a los pupilos de Cavalieri. Tuvieron las mejores opciones para anotar en el primer tiempo, pero la pelota no entró. En los 15', un cabezazo de Ezequiel Luna dio en el travesaño, mientras que en los 22', un disparo de Agustín Farías pasó muy cerca del pórtico contrario. La incapacidad ofensiva, el escaso poder de fuego, no le permitió al elenco nacional ponerse en ventaja, algo que no era descabellado según el trámite del compromiso.
Buscando la ansiada efectividad, Cavalieri metió al joven Richard Paredes, para que tratara de conseguir lo que no hizo el discreto uruguayo Renato César. El balón detenido era una ventana para Palestino. En ese sentido, erigió como figura Benjamín Vidal. En los 68', tuvo una clara pero su remate lo rechazaron. Su revancha fue en el epílogo. A tres minutos del final, tras un córner de Valencia, el ex central de O'Higgins cabecea y bate a Jesús Briceño. El 0-1 igualó el marcador global. Por ende, a los penales.
La definición fue extensa y sufrida, pero Darío Melo se transformó en la figura de la tanda, atajando dos remates que fueron al centro del arco. Fue 7-6 a favor de los árabes, que continúan en la Sudamericana.