Lo iban a recordar en grande, con una masiva conmemoración en Ciudad de Gaza. Pero por "problemas de seguridad" la marcha en honor de Yasser Arafat, fallecido hace 10 años, debió suspenderse. Aunque habrá actos en memoria del histórico líder palestino en Cisjordania, la suspensión del homenaje revela las fuertes diferencias entre las dos principales facciones palestinas: Hamas y Al Fatah.
El evento en Gaza para recordar a Arafat fue cancelado por el Comité Central de Al Fatah, cuyo titular es el Presidente Mahmoud Abbas, en respuesta a una notificación del Ministerio del Interior en la Franja de Gaza de que no puede garantizar la seguridad de la concentración. Esto ocurre después de que el viernes se registraran una serie de explosiones cerca de viviendas de líderes de Al Fatah en Gaza, lo que ha despertado una suerte de "fantasma" de un nuevo enfrentamiento entre los grupos palestinos.
Precisamente, el aniversario número 10 de la muerte de Arafat se produce en este contexto de divisiones, con Hamas gobernando en Gaza y Al Fatah en Cisjordania.
Ambos grupos, enfrentados desde que Hamas tomó el control total de la Franja de Gaza en 2007, intentaron poner fin a sus tensiones en junio pasado. Tras un acuerdo, se alcanzó un gobierno de transición para Gaza y para Cisjordania. Sin embargo, todo se postergó con la última ofensiva israelí contra Gaza.
Arafat falleció el 11 de noviembre de 2004 luego de tres días en coma en un hospital de París. Las causas de su muerte aún no están del todo claras. Para muchos palestinos, su líder fue envenenado, aunque un informe de expertos franceses y rusos rechazó esa tesis. Pero una investigación suiza respaldó la creencia inicial.
El líder palestino fundó Al Fatah en 1958 y dedicó su vida a la lucha por conseguir un Estado palestino independiente, incluida la vía armada como máximo dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Pero en 1993 Arafat logró con el entonces premier israelí Isaac Rabin un acuerdo de autonomía palestina, con la mediación de Bill Clinton. Un año más tarde se le otorgó el Premio Nobel de la Paz en conjunto con Rabín y el entonces canciller israelí Simón Peres.
En medio de las tensiones entre Hamas y Al Fatah, el principal acto en homenaje a Arafat se llevará a cabo al mediodía en el mausoleo donde reposan sus restos junto a la Mukata, la sede del gobierno palestino en la ciudad de Ramala. Hasta este lugar concurrirán los principales dirigentes palestinos. Arafat fue sepultado en Ramala de forma temporal en un complejo sobre el que se alza un minarete con un foco que apunta hacia Jerusalén, donde el líder palestino quería ser enterrado.
Por eso, al inaugurar ayer un museo en su honor, Abbas anunció que la idea de su gobierno es trasladar "lo más pronto posible" los restos de Arafat a Jerusalén. Sin embargo, el gobierno israelí rechaza esta opción.
Hamas, por su parte, se mantiene distante de su figura. Durante años, ese grupo ha prohibido las celebraciones conmemorativas en Gaza y siempre ha optado por recordar al fundador y líder espiritual de Hamas, Ahmed Yassin, fallecido en un asesinato selectivo israelí ocho meses antes que Arafat.