El Gobierno palestino acusó hoy al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de incitar a la venganza tras el asesinato de tres jóvenes judíos, a cuyo entierro el martes siguió una ola de violencia.
"Tres días atrás, Netanyahu siguió a su predecesor (Ariel Sharón) al mencionar la venganza, una declaración que incluso fue criticada por el periodista israelí del diario 'Yediot Aharonot' Nahum Barnea", explica un comunicado difundido por el Ministerio de Información palestino.
Agrega que Barnea "comentó que Netanyahu debería saber que entre la audiencia están aquellos que escuchan y empiezan a planificar".
El documento relata los últimos acontecimientos ocurridos en Israel y Palestina tras el hallazgo el pasado lunes de los cuerpos de los jóvenes judíos, tiroteados, cerca de la ciudad palestina de Hebrón, después de 19 días de búsqueda.
El mismo día del entierro, Mohamad Abu Jedeir, un menor palestino, desapareció en Jerusalén Este y su cadáver fue hallado horas después, calcinado, en un bosque del oeste de la ciudad, un crimen cuyos indicios apuntan a ultranacionalistas judíos.
En la nota, el Gobierno palestino asegura que, "junto a la matanza y destrucción israelíes, los colonos israelíes, animados por las declaraciones del primer ministro sobre la 'venganza divina' de la Torah, y armados, han tomado las calles palestinas, escoltados por soldados fuertemente armados para destrozar y dañar coches y propiedades y torturar a palestinos".
El ministerio critica, además, el desarrollo de los acontecimientos tras la desaparición y posterior hallazgo del cuerpo de Mohamed, de 16 años, retenido durante días antes de que la familia pudiera recuperarlo para darle sepultura, en un entierro que fue seguido por miles de personas.
"La policía se llevó el cuerpo para que le fuera practicada la autopsia, al tiempo que las autoridades israelíes trataron de evitar que se informara sobre la verdad de por qué y cómo fue torturado y asesinado", afirma.
Según el comunicado, "intentaron chantajear a la familia obligándole a aceptar un informe que decía que fue asesinado en una reyerta familiar, para así poder recuperar el cuerpo".
Durante los últimos días y a raíz de una operación militar iniciada tras la desaparición de los adolescentes israelíes en la que han sido arrestadas cerca de medio millar de personas y ocho han perdido la vida, la tensión entre israelíes y palestinos ha hecho saltar las alarmas.
Preocupados ante una posible degradación de la situación, numerosas autoridades advierten del riesgo de una escalada de la violencia y llaman a las partes involucradas a la contención.
Es el caso del ministro israelí de Ciencia, Tecnología y Espacio, Yakov Peri, quien pidió hoy a políticos de ambos gobiernos "hacer un llamamiento a la contención para calmar las cosas y no pedir venganza".
"No creo que nos encontremos ante la tercera Intifada", dijo en una conferencia telefónica ofrecida a los medios, "porque se trata de algo espontáneo".
No obstante, alerto de que "la actual situación puede llevar a disturbios, protestas y puede dañar a las dos partes involucradas. Hay que calmarla".
Mientras tanto, el presidente palestino, Mahmud Abbas, pidió al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, una investigación internacional independiente del secuestro y asesinato del joven de 16 años.
Abbas pide también a la comunidad internacional que defina como "organizaciones terroristas" a los grupos de colonos judíos radicales que llevan a cabo actos de venganza, dice en la carta que entregó al enviado de la ONU a Cercano Orietne, Robert Serry.
Abbas acusa también a Israel de no hacer lo suficiente para perseguir a los colonos judíos implicados en ataques contra palestinos.
"Con demasiada frecuencia quienes perpetran estos actos terroristas no son llevados ante la Justicia", señala Abbas en la misiva que publicó la agencia de noticias palestina Wafa.