Cuando se cumplían 50 días desde el comienzo de la operación militar israelí Margen Protector en Gaza, el gobierno del Estado hebreo y los grupos palestinos que operan en la Franja, especialmente Hamas, alcanzaron ayer un acuerdo para poner un alto el fuego "completo e indefinido", en unas negociaciones indirectas en El Cairo con la mediación del gobierno egipcio.
El ministro de Relaciones Exteriores egipcio, Samih Shukri, dijo en un comunicado que Israel y los palestinos alcanzaron un amplio acuerdo, según el cual las fronteras entre Israel y la Franja de Gaza estarán abiertas para recibir ayuda humanitaria y para materiales de construcción. Además, la zona de pesca para los palestinos en el Mediterráneo se ampliará a seis millas. Tras lograr este pacto, las partes discutirán dentro de un mes otros puntos conflictivos y de mayor aliento. Eso sí, siempre en conversaciones indirectas.
El cese el fuego ilimitado fue anunciado por el Presidente palestino, Mahmoud Abbas, y comenzó a regir a las 19 horas. Abbas dijo en un mensaje televisivo que las autoridades palestinas anunciaban la tregua para "poner fin a la agresión contra la Franja de Gaza y el derramamiento de sangre y el asesinato de niños". Ahora, la prioridad debe ser la ayuda humanitaria y la reconstrucción de Gaza, que ha sufrido un grado de destrucción "más allá de la imagi- nación", indicó.
Abbas agradeció a Qatar y al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, el papel desempeñado durante las negociaciones indirectas. Antes del anuncio de la tregua se habían intensificado los ataques entre las partes.
La ofensiva militar israelí contra el disparo de cohetes desde la franja comenzó el 8 de julio y se sumó el objetivo de destruir una red de túneles de Hamas, incluyendo algunos que llegaban hasta Israel. El acuerdo de cese el fuego fue anunciado a través de los altoparlantes de las mezquitas en Gaza y los militantes dispararon al aire para celebrar.
Incluso, dirigentes de Hamas y la Jihad Islámica que permanecieron ocultos todos estos días para evitar ser blancos de "ataques selectivos" israelíes, salieron de sus escondites y se unieron a la multitud que festejaba.
Un cese del fuego de seis días terminó la semana pasada, luego de que ambas partes no lograran acordar los términos de una tregua duradera. Desde entonces, militantes dispararon cientos de cohetes contra Israel, que llevó a cabo ataques aéreos diarios contra objetivos palestinos en el territorio costero.
Israel, que considera a Hamas y a la Jihad Islámica como organizaciones terroristas, dijo que no negociaría bajo fuego. Los palestinos reclamaron, por su parte, que Israel levante el bloqueo que impuso a la Franja de Gaza hace siete años, cuando Hamas se hizo con el control de ese territorio y aspira a la reconstrucción del puerto y aeropuerto.
En estas siete semanas de conflicto, según fuentes del Ministerio de Salud palestino murieron más de 2.130 palestinos y más de 11.100 resultaron heridos. Del lado israelí fallecieron 64 soldados y cinco civiles, el último de ellos, ayer mismo.
Según un informe difundido ayer por la Unrwa, la agencia encargada de los refugiados palestinos, durante la ofensiva israelí en Gaza 475.000 palestinos se vieron obligados a abandonar sus hogares. De ellos, cerca de 280.000 se albergaron en escuelas-refugios de la ONU, mientras que el resto buscó alojamiento en edificios públicos, como colegios u hospitales, o fueron acogidos por familiares.
Además, la agencia de la ONU sostiene que se produjo la destrucción total o parcial de 40.000 viviendas.