Decenas de palestinos las emprendieron contra la canciller de Francia, Michele Alliot-Marie, a su ingreso a Gaza desde Israel a través del cruce Erez. Rodearon su vehículo que integraba una caravana, le lanzaron huevos y una sandalia.
Los manifestantes, parientes de palestinos encarcelados en Israel, estaban furiosos por declaraciones atribuidas a Alliot-Marie el día anterior, en apoyo de Guilad Schalit, un soldado israelí capturado por la milicia Hamas y retenido en Gaza desde 2006.
Un integrante de la comitiva de la canciller recibió un golpe en la cabeza y fue trasladado al Centro Médico Barzilai en Ashkelon.
La policía de Hamas dispersó al grupo, pero otros se concentraron en torno de la oficina de Naciones Unidas en Ciudad de Gaza, su primera parada en el territorio palestino, y la siguieron hasta un hospital cercano.
Schalit, el soldado cautivo, posee la doble nacionalidad israelí-francesa, y Francia ha reclamado reiteradamente su libertad.
El vocero de Hamas, Sami Abu Zuhri, dijo que las declaraciones de la canciller reflejaban "una preferencia absoluta hacia Israel" y no tenían en cuenta a los miles de palestinos presos en cárceles israelíes. "Ellos son los verdaderos prisioneros de guerra", agregó.
Hamas exige a cambio de Schalit que Israel libere a cientos de sus integrantes, incluidos milicianos que realizaron ataques mortíferos contra israelíes. Las negociaciones a través de un mediador alemán no han tenido resultado. Sólo los captores del soldado lo han visto desde 2006. En 2009, un video lo mostró hablando y leyendo un periódico.
La Unión Europea considera a Hamas un grupo terrorista, por lo que Alliot-Marie no se reunió con sus dirigentes durante su visita. Habló en un centro cultural francés en Gaza, donde pidió la creación de un estado palestino y seguridad para Israel. También llamó a los israelíes a terminar todas las restricciones al tránsito de bienes y personas hacia y desde Gaza.