Dos meses pasaron desde que Corfo y SQM dieron por caída la conciliación que habían iniciado en el marco del proceso de arbitraje que siguen adelante en el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago (CAM). Pero ayer, y de manera sorpresiva, las partes anunciaron la apertura de un nuevo espacio de 30 días de negociación, esta vez sobre la base de una inédita oferta de la minera, especie de preacuerdo, que incluye en la práctica, tal como esperaba Corfo, que Julio Ponce, controlador de la firma a través de las sociedades cascadas, ceda esa condición.

La propuesta de las sociedades controladoras de SQM, hecha pública a través de hechos esenciales remitidos a la SVS por Pampa Calichera y Potasios, considera casi una decena de obligaciones destinadas a garantizar la salida del control de Ponce y establecer un gobierno corporativo más independiente. En ella se incluye una restricción para que Ponce, e incluso sus familiares en hasta segundo grado de consanguinidad, integren el directorio de la compañía al menos hasta el último día de 2030. Esto implicará que, una vez que el acuerdo se haga efectivo, Eugenio Ponce, hermano de Julio Ponce, abandone la presidencia de SQM.

Entre otras obligaciones a las que se someten las sociedades cascadas también se incluyó el término del pacto de actuación conjunta con Kowa, que es lo que en la práctica le da el control efectivo a Ponce en SQM. Además, se señala que no se puede firmar ningún acto de actuación conjunta con terceros hasta 2030. Así, Ponce cederá el control efectivo de SQM hasta ese año.

También se agregó la obligación de designar con las acciones Serie A de SQM de su propiedad un director independiente hasta diciembre de 2030. Además, se incluyó que el presidente de la empresa no ejerza su voto dirimente del presidente de la compañía en temas como donaciones, operaciones con partes relacionadas, acciones judiciales contra Corfo o el Estado de Chile.

En otro punto, las sociedades cascadas se obligan a votar, en todas las juntas de accionistas respectivas hasta el 31 de diciembre de 2030, con las acciones Serie B de su propiedad, por algún candidato a director independiente, además de no nominar ni votar como director de la serie B a ninguna persona relacionada al grupo Pampa. Esto, hasta 2030.

Además, se obliga a no suscribir ningún acuerdo comercial con otra empresa que realice operaciones de extracción de litio en las pertenencias de Corfo en el Salar de Atacama.

En caso que Julio Ponce decida vender, todo este acuerdo quedaría nulo.

Cuota de extracción

El acuerdo considera, como especie de contraprestación por parte de Corfo una extensión de la cuota de extracción de salmueras con contenido de litio del Salar de Atacama, al ritmo actual, hasta 2030. Como SQM había acelerado el ritmo de producción, se esperaba que la cuota acabara antes del plazo original, cerca de 2021. Modificar eso era, justamente, uno de los anhelos principales de SQM, que buscaba resguardar esto en la negociación.

"Esto está sujeto a que SQM y Corfo modifiquen los contratos de arriendo de las pertenencias mineras, pertinente a satisfacción de ambas partes", señala al respecto el documento difundido por el grupo Pampa.

Reunión clave

Todo esto es parte de una completa propuesta que le hicieran llegar ayer representantes de la minera a Corfo, en el marco de una reunión solicitada a través de la plataforma de Ley Lobby y en la que participaron el gerente general de SQM, Patricio de Solminihac, el abogado de Potash, José María Eyzaguirre y Patricio Contesse Fica, director ejecutivo de las cascadas. Por parte de Corfo participó Eduardo Bitran. Tras ello, se notificó al árbitro, Carlos Humeres, dando inicio al período de 30 días.

"En esta reunión, los representantes de Pampa Calichera dieron a conocer a Corfo una propuesta de cambio en la estructura de gobierno corporativo de SQM, consistente con los objetivos buscados por Corfo, Asimismo, SQM expresó su disposición a considerar las condiciones propuestas por Corfo en el nuevo proceso de conciliación", señaló Corfo en un comunicado público.

En la práctica, comentaron fuentes de la agencia estatal que encabeza Eduardo Bitran, esto significa que SQM y sus controladores acogen la propuesta de Corfo en ese punto específico, pues en todo lo demás ya existía acuerdo. Así, se allana el camino a un acuerdo definitivo. Por lo pronto, ahora se abre un período de 30 días en el que esa voluntad debe plasmarse en un acuerdo final.

Una vez que eso ocurra, ya no habrá más arbitraje.