Panamá se prepara para el diseño de normas de protección y seguridad en el turismo de aventura, un segmento casi inexplotado en la oferta de este país, que recibe 1,7 millones de visitantes al año.

Así lo confirmó Jaime Cornejo, director de Planificación del Plan Maestro de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), al referirse a una actividad que atrae a excursionistas extranjeros de Europa, Sudamérica y Norteamérica.

TURISMO DE AVENTURA
El turismo de aventura o turismo activo implica la exploración o el viaje a áreas remotas
, y tiene como matriz al ecoturismo. Incluye actividades como montañismo, navegación en rápidos o "river rafting", surf sobre grandes olas y el buceo marino.

Los operadores turísticos reconocen que el segmento de mercado de aventura es aún selectivo, pero existen grupos internacionales que practican deportes extremos y reconocen a Panamá como un destino con un gran potencial natural para la exploración.

Cornejo aclaró que en la actualidad este país carece de normas que regulen el turismo de aventura, por lo que las autoridades locales han tenido que apoyarse en procedimientos de la Cruz Roja Internacional y de organismos internos de protección civil.

SEGURIDAD
De hecho, la ATP se propone establecer en qué lugares de Panamá es efectuado el turismo de aventura, lo que contribuirá a preparar a las comunidades ante mareas altas, crecimiento de ríos, emergencias, y el diseño de un adecuado sistema de comunicación y auxilio.

Cornejo recordó que, en los últimos años, aventureros sin la debida preparación o equipamiento quedaron aislados en parajes en la selva o en zonas montañosas frías y escarpadas, lo que desembocó en costosas operaciones de rescate que pudieron haber sido evitadas con el cumplimiento de normas obligatorias.

De acuerdo con la Organización Mundial de Turismo (OMT), entre el 3% y el 7% de viajeros en el mundo son ecoturistas. Muchos de ellos llevan una mochila colgada al hombro y generan ingresos económicos en las comunidades que visitan.