Hace poco más de un año, Lima derrotó por amplia mayoría a Santiago, La Punta y Ciudad Bolívar, para adjudicarse la sede de los Juegos Panamericanos de 2019.

En aquella asamblea de la Organización Deportiva Panamericana, celebrada en Toronto, la propuesta peruana fue la que más convenció a los votantes, en medio de acusaciones de cohecho y sobornos.

La candidatura ganadora ofreció una inversión cercana a los US$ 700 millones, y considerables avances urbanos para esa fecha. Sin embargo, nada de eso se ha cumplido, pues el deporte de ese país atraviesa por una severa crisis institucional.

En noviembre de 2014 renunció Francisco Boza, presidente del Instituto Peruano del Deporte (IPD), luego de ser vinculado al prófugo empresario Martín Belaunde Lossio, implicado en casos de corrupción. Su sucesor aún no es designado.

A esto se suma la difícil relación del IPD con el Comité Olímpico de ese país (COP), organismo que acusa al gobierno de adeudarle fondos por eventos.

Por otra parte, el parlamentario oficialista Daniel Abugattás denunció al COP, hace unos días, por malversar fondos en la remodelación de sus oficinas, algo que está siendo investigado por el gobierno de ese país.

Pero eso no es todo: el ítem de los Juegos Panamericanos no está incluido en el presupuesto de la vecina nación para este año, mientras que las obras ya sufren un considerable retraso.

En este complejo escenario, la situación se vio agravada con la renuncia de José Quiñones, titular del COP. Sin embargo, esta no sería definitiva, sino que aparece como una medida de presión hacia las autoridades gubernamentales. De hecho, no es la primera vez que el dirigente amaga con una posible salida, pues -a lo largo de su mandato- en otras dos ocasiones amagó con dimitir.

Lo cierto es que, ante este desorden administrativo, la Odepa solicitó un informe, que será analizado a comienzos de la próxima semana, en la asamblea del organismo, que se desarrolla en Puerto Vallarta, México.

La opción de Santiago

En Perú se especula con que la sede de los Juegos será entregada a Santiago. No obstante, en el Comité Olímpico de Chile no creen que la capital del Rímac sea despojada. "Quiñones presentó su renuncia para presionar a las autoridades peruanas. Pero, más allá de eso, se ve complejo que pierdan la sede", señala un miembro del directorio del COCh.

En tanto, en el Ministerio del Deporte siguen con detenimiento la evolución de los hechos antes de entrar en detalle.