El jefe del Pentágono Leon Panetta dijo hoy "no estar al tanto" de la existencia de otros responsables involucrados en el escándalo que costó el cargo al jefe de la CIA David Petraeus.

"No estoy al tanto de ninguna otra persona que pueda estar actualmente  involucrada en este caso", dijo Panetta en una conferencia de prensa en Bangkok. El secretario de Defensa norteamericano señaló que debía ser cuidadoso con lo que decía sobre el caso para no perjudicar la investigación del propio Pentágono, consignó EFE.

También declinó pronunciarse sobre el contenido de los mensajes electrónicos entre el general John Allen, jefe de las tropas aliadas en Afganistán, y Jill Kelley, amiga de la familia Petraeus.

"Lo que no haré es tratar de calificar esas comunicaciones", dijo en respuesta a la pregunta de un periodista sobre la naturaleza de la correspondencia electrónica intercambiada entre el general y Kelley, y que según la prensa estadounidense, comprende de 20.000 y 30.000 páginas.

Petraeus, general retirado, renunció el viernes a la dirección de la  agencia de inteligencia de Estados Unidos tras admitir una relación  extramatrimonial con su biógrafa Paula Broadwell.

El escándalo cobró aún más envergadura con el involucramiento del general  John Allen.

El nombramiento de éste último en la comandancia suprema de la OTAN fue  suspendido por el Presidente Barack Obama tras el inicio de una investigación  sobre los correos electrónicos "inapropiados" que el jefe militar había  intercambiado con una mujer, amiga del matrimonio Petraeus, citó AFP.

FBI
Paralelamente el agente del FBI que inició las investigaciones que derivaron en la renuncia de Petraeus, es Frederick Humphries, de 47 años, según cita Ansa. 

The New York Times informó hoy que Humphries había advertido del caso a los republicanos en el Congreso, luego de sospechar que el escándalo vinculaba a importantes temas de seguridad.

Humphries reunió inicialmente información que llevó a descubrir la relación entre Petraeus y su biógrafa, Paula Broadwell.

El ex director de la CIA declara esta jornada ante un comité del Senado, en el marco de la audiencia sobre los ataques islámicos contra la sede diplomática en Bengasi, el 11 de septiembre pasado, donde falleció el embajador en Libia Christopher Stevens.