El papa Francisco dijo hoy que "el camino de la Iglesia es el de la franqueza" y aseguró: "no podemos silenciar lo que hemos visto y escuchado", al día siguiente de su polémica declaración sobre el "genocidio" armenio.
El pontífice no hizo alusión a la referencia que el fin de semana hizo acerca de lo que denominó "el primer genocidio del siglo XX", pero hoy dijo en la misa matutina en su residencia de la Casa Santa Marta que la Iglesia tiene que "decir las cosas con libertad".
"Solo el Espíritu Santo es capaz de cambiar nuestra actitud, la historia de nuestra vida y darnos valor", dijo el papa,que se apoyó en su homilía en los Hechos de los Apóstoles, según Radio Vaticano.
Francisco recordó que los apóstoles Pedro y Juan, tras haber hecho un milagro, fueron apresados y amenazados por los sacerdotes para que no hablaran más en nombre de Jesús, "pero ellos continúan adelante y cuando vuelven a los hermanos les animan a proclamar la palabra de Dios 'con franqueza'".
"También hoy el mensaje de la Iglesia es el mensaje del camino de la franqueza, del camino del valor cristiano. Aquellos dos, sencillos, como dice la Biblia, sin instrucciones, tuvieron valor. Una palabra que se puede traducir como 'valor','franqueza', 'libertad de hablar', 'no tener miedo de decir las cosas'", añadió.
El contenido de la homilía del papa se conoce al día siguiente de que el pontífice recordara el "atroz y descabellado exterminio" del pueblo armenio, un episodio del que actualmente se cumple el primer centenario y que calificó como "el primer genocidio del siglo XX".
Sus palabras se produjeron durante el saludo inicial a los participantes de la misa por el centenario del "martirio" armenio, celebrada en la basílica de San Pedro y en la que se proclamó doctor de la Iglesia a San Gregorio di Narek.
A doce días de la conmemoración del centenario del "genocidio" armenio, esas palabras del papa Francisco referido a la tragedia de 1915 provocaron una airada protesta de Turquía con medidas diplomáticas como la convocatoria al nuncio papal en Ankara y la llamada a consultas del embajador turco en el Vaticano.