El papa Benedicto XVI llegó hoy a México para realizar una visita apostólica de tres días, como parte de una gira que el lunes próximo le llevará a Cuba.

El avión del Pontífice, un Boeing 777 de la compañía Alitalia, aterrizó a las 16.12 hora local (22.12 GMT) en el aeropuerto internacional del Bajío, a las afueras de la ciudad de Silao, en el estado central de Guanajuato.

Con su habitual sotana blanca, el Papa descendió lentamente la escalinata del avión, al pie de la cual sobre una alfombra roja lo esperaba el presidente mexicano Felipe Calderón, acompañado de su esposa Margarita Zavala, y de un grupo de niños.

Calderón estrechó las manos del Sumo Pontífice, intercambiaron algunas palabras y saludaron a las banderas del Vaticano y de México.

En su discurso de bienvenida, Benedicto XVI exhortó a los mexicanos a fortalecer la convivencia pacífica, basada en el respeto a los derechos humanos y libre de "las tinieblas que ofuscan y atenazan" a un continente que está llamado a vivir en la esperanza.

El Pontífice destacó la necesidad promover la esperanza, pues cambia la existencia concreta de cada hombre y mujer, y genera un "compromiso concreto de caminar a un mundo mejor".

Condenó cualquier tipo de forma de violencia en la sociedad y dijo que pedirá a Dios y a la Virgen de Guadalupe que bendiga al pueblo mexicano, pero sobre todo a aquellos que sufren resentimientos y diversas formas de violencia.

El Papa cumplirá una visita en el estado de Guanajuato, donde se reunirá en privado con el presidente Felipe Calderón, celebrará actos religiosos y el lunes partirá rumbo a Santiago de Cuba.