El papa Francisco designó a un asesor especial para la controvertida congregación Legionarios de Cristo, un señal de que no está satisfecho con las reformas adoptadas tras el escándalo por los abusos sexuales cometidos por su fundador, el mexicano Marcial Maciel.
El "asistente" pontificio, el jesuita italiano Gianfranco Ghirlanda, de 71 años, experto en derecho canónico, deberá asesorar a la entidad para que rectifique varios puntos de los nuevos estatutos adoptados a inicios de este año por la poderosa congregación, presente en 22 países, entre ellos numerosos de América Latina.
El nombramiento del nuevo asesor fue anunciado la noche del jueves durante una reunión en Roma entre el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, el cardenal brasileño João Braz de Aviz y el nuevo director general de los Legionarios, el religioso mexicano Eduardo Robles-Gil.
"Deberá ayudar a los Legionarios a superar definitivamente la difícil crisis institucional vivida en los últimos años", subraya en un comunicado la congregación religiosa.
El Vaticano, recalcó por su parte, que se trata de un "asistente", una suerte de consejero y no de un comisario, ya que no tendrá derecho a votar, aunque participará en las reuniones del Consejo Superior de la congregación.
El asesor, ex rector de la prestigiosa Universidad Gregoriana, tiene como principal tarea la de que se rectifiquen, para que resulten "más explícitos", dos puntos importantes de los nuevos estatutos: la referencia al Concilio Vaticano II (1962-1965), la asamblea que modernizó a la Iglesia a mediados del siglo XX, y los lazos entre los Legionarios y el influyente movimiento laico Regnum Cristi.
"Los miembros del gobierno general acogemos con gratitud la ayuda que la Iglesia nos ofrece a través del padre Ghirlanda. Nos llena de confianza su experiencia y sus capacidades personales, así como el conocimiento que ya tiene de la Legión y el Regnum Christi al haber sido consejero personal del Delegado Pontificio", comentó Robles-Gil en una carta dirigida a los Legionarios.