El Papa Benedicto XVI confesó sentirse "fuertemente impresionado" por el terremoto y posterior tsunami que azotaron a Japón y expresó su "cercanía espiritual" con el pueblo nipón.
Durante el rezo del Angelus dominical desde la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa volvió a transmitir un mensaje de apoyo a quienes trabajan en las tareas de rescate y asistencia en Japón, en la línea del enviado el pasado viernes a través de un telegrama a la Conferencia Episcopal japonesa.
"Las imágenes del trágico terremoto y del posterior tsunami en Japón nos han dejado a todos fuertemente impresionados. Deseo renovar mi cercanía espiritual a la querida población de ese país, que con dignidad y valentía está afrontando las consecuencias de tal calamidad", dijo Benedicto XVI.
"Rezo por las víctimas y por sus familiares, y por todos aquellos que sufren a causa de tremendos sucesos. Animo a quienes, con encomiable disposición, están trabajando para llevar ayuda. Permanezcamos juntos en el rezo. El Señor está con nosotros", agregó.
En este primer domingo de la Cuaresma, en el que el Papa comienza una semana de ejercicios espirituales que se prolongará hasta el próximo sábado, el Pontífice quiso dedicar el rezo del Angelus al tema del pecado, cuyo sentido, señaló, sólo "se adquiere redescubriendo el sentido de Dios".