El papa Francisco expresó este domingo su condena al "odio sin sentido" del asesino que causó la muerte de 50 personas en un club gay en Orlando, en Florida.

"La terrible masacre que ha tenido lugar en Orlando, que ha causado numerosas víctimas inocentes, suscitó en el papa Francisco, y en cada uno de nosotros, sentimientos muy profundos de execración y condena, de dolor, de confusión frente a esta nueva manifestación de una locura homicida y de un odio sin sentido", indicó su portavoz, el padre Federico Lombardi.

El portavoz vaticano deseó también que "las causas de esta violencia horrible y absurda, que altera profundamente el deseo de paz del pueblo estadounidense y de toda la humanidad, puedan (...) combatirse eficazmente y lo más rápido posible".

Según las cadenas de televisión CBS y NBC, el atacante era Omar Mateen, un ciudadano estadounidense de origen afgano nacido en 1986.

El FBI considera que el sospechoso podría tener una "inclinación" por el  terrorismo islámico, por lo que investiga el caso como un "acto terrorista".

Esta masacre, el peor tiroteo en la historia de Estados Unidos, "no tiene  nada que ver con la religión", afirmó por su parte a la cadena NBC el padre del sospechoso identificado por varios medios.