Dando cuenta de su cercanía, una vez más, el Papa Francisco rompió los protocolos en su salida de la Nunciatura Apostólica, bajando del auto cerrado que lo traslada para saludar y bendecir a los periodistas que estaban ahí apostados. 

"Les quiero agradecer el servicio que ustedes han prestado a tantas gente que no puede estar acá. El servicio de ustedes es generoso, porque han pasado horas aquí. Gracias de corazón, que Dios los bendiga. Que a cada uno de ustedes y a sus familias les de lo que más necesitan", sostuvo el Pontífice.

De la misma forma, el Papa agregó que se va "con un buen recuerdo de ver periodistas que pasan ahí de pie esperando, sigan así, sirviendo al pueblo y recen por mí. Que Dios los bendiga a todos".

Tras este gesto, Francisco subió nuevamente al automóvil rumbo al aeropuerto Arturo Merino Benítez, para abordar el vuelo que lo llevará hasta Iquique, para cumplir con su última jornada en Chile.