El Papa Francisco sostuvo hoy que fue un acto de salvajismo el ataque a jugadores que obligó a  suspender hace 10 días el superclásico argentino Boca-River en octavos de final  de la Copa Libertadores 2015.

"Fue una pena. Son esas salvajadas propias de la persona que la pasión lo  desborda, y también la prepotencia y la no sociabilidad, la incapacidad de  vivir en sociedad", dijo el Sumo Pontífice en una entrevista publicada por el  diario regional La Voz del Pueblo de Tres Arroyos.

Hinchas de Boca lanzaron un gas irritante a jugadores de River en la manga  de ingreso al campo de juego en el entretiempo de un partido de vuelta en el  estadio La Bombonera. El partido tuvo que ser suspendido por las lesiones de  los futbolistas cuando el partido se encontraba empatado sin goles.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF, Conmebol) descalificó y  sancionó a Boca que había perdido el partido de ida 1-0. River pasó a cuartos  de final de la Libertadores y en el primer encuentro como local ante Cruzeiro  de Brasil el jueves pasado perdió 1-0.

"La verdad que es lamentable que en nuestro pueblo existan cosas como las  'barras bravas'. Sé que en otros países también existen. Acá, en Italia,  también hubo problemas entre 'barrabravas', que no necesariamente luchan por el  club, la mayoría son mercenarios", agregó.

Francisco es un apasionado del fútbol e hincha del club San Lorenzo. En la  entrevista en su residencia de Santa Marta recordó que "siempre iba a la  tribunal popular, nunca a la platea" cuando era niño y seguía al Ciclón de  Boedo.

"Lo peor que se le decía al árbitro era vendido, infeliz, idiota y de ahí  no subía. O patadura a alguno que no había agarrado bien la pelota, o  dormido... No es esa catarata tan colorida de insultos de ahora. Ha cambiado el  ambiente y es lamentable", aseguró el líder de la Iglesia Católica.