El Papa Francisco condenó categóricamente el linchamiento que sufrió hace pocos días un ladrón en Argentina y que acabó con su vida. "Me dolió la escena. Fuenteovejuna, me dije", escribió el líder de la Iglesia en una carta dirigida a los hermanos Carlos y Rodolfo Luna, sobre la paliza que propinó un grupo de vecinos a David Moreira, de 18 años, por haber robado un bolso a una mujer en la ciudad de Rosario, unos 300 kilómetros al oeste de Buenos Aires.

"Sentía las patadas en el alma. No era un marciano, era un muchacho de nuestro pueblo. Es verdad, un delincuente. Y me acordé de Jesús ¿Qué diría si estuviera de árbitro allí? El que esté sin pecado que dé la primera patada", continuó Francisco en la carta, publicada hoy por Carlos Luna en su cuenta de Facebook.

El Papa terminó con un exhorto a la sociedad argentina para que no se olvide de la escena y pidiendo a Dios que le conceda "la gracia de poder llorar por el muchacho delincuente y también por nosotros".

Tras agonizar durante cuatro días en un hospital, Moreira falleció por el traumatismo craneal provocado por los golpes recibidos. Desde su muerte, a finales de marzo, se registraron más de una veintena de linchamientos en distintos puntos del país, que fueron duramente condenados por el Gobierno argentino, la Iglesia y otras fuerzas políticas y sociales.