Una llamativa confesión realizó el domingo pasado el papa Francisco, quien sostuvo que en su juventud trabajó como portero de una discoteque, y que se dedicaba a sacar del lugar a los clientes que causaran problemas.

Según publica el sitio español del diario El Mundo, el mismo pontífice fue quien reveló "sin tapujos", su antigua ocupación, mientras se encontraba en la iglesia de San Cirilo Alejandrino, en una actividad obrera, donde conversó informalmente con los fieles.

En esa oportunidad, Bergoglio aseguró que esa experiencia le sirvió para descubrir cómo acercar a la Iglesia a quienes se encuentraen desencantados con ésta. 

El periódico del Vaticano, Osservatore Romano, hizo eco de la noticia y publicó los hechos, y señaló que Francisco dijo que "como dice San Pedro, hay que estar siempre preparado para dar una explicación a cualquiera que te pregunte por una razón para tener esperanza".

VOCACION
En esa reunión, el Pontífice también contó sobre el momento en el que descubrió su vocación sacerdotal, que ocurrió después de confesarse con un cura que no conocía. 

En esa línea dijo que era muy sabido que los mejores confesores son a los que no se conoce, o los que están sordos, y que "la hipocresía es un grave pecado".

Además, reveló que el 4 de octubre pasado le rezó a la tumba de San Francisco de Asís, y le pidió que le diera "la gracia de la simplicidad" para él y la Iglesia.