El Papa Francisco explicó qué es el paraíso y lo que él definio como las "preguntas antiguas" sobre la vida después de la muerte, frente a más de 13.000 personas que lo escuchaban en la Plaza San Pedro durante su tradicional audiencia de los días miércoles.
Así el Pontífice describió que "el paraíso, más que de un lugar se trata de un estado del alma en el que las expectativas más profundas serán cumplidas".
"Nos damos cuenta que nuestra imaginación nos impide" comprender "el esplendor del misterio, y surgen preguntas espontáneas como ¿cuándo ocurrirá este pasaje final? ¿Qué será entonces de la humanidad y de la creación que nos rodea?", dijo el Papa.
"Pero estas preguntas -subrayó- no son nuevas, ya las habían hecho los discípulos a Jesús" y dijo que "son preguntas humanas, preguntas antiguas, que nos planteamos también nosotros".
El Papa Francisco recordó la realidad de la Iglesia y cómo "al presentar la Iglesia a los hombres de nuestro tiempo, el Concilio Ecuménico Vaticano II tenía presente una verdad fundamental que no hay que olvidar: la Iglesia no es una realidad estática, detenida" sino que "está continuamente en camino hacia la meta última que es el reino de los cielos".
"Cuando nos dirigimos hacia este horizonte -observó el Papa- nos damos cuenta de que nuestra imaginación nos impide" comprender "el esplendor del misterio y surgen preguntas espontáneas".
Y bien, no sabemos cómo será, pero "sabemos el modo en que será transformada la humanidad, sabemos por la revelación que Dios prepara una tierra nueva en la que habita la justicia" y que "saciará todos los deseos de paz del corazón del hombre: he aquí la meta a la que tiende la Iglesia, la Jerusalén nueva... el paraíso".
"Nuestro ser hijos de Dios -agregó- llegará a la plena maduración, estaremos vestidos de la gloria y el amor de Dios, sin límite, estaremos cara a cara con él, es bello pensar así, en el cielo, todos nos encontraremos cara a cara con Dios, es bello, da fuerza al alma".
Se tratará "de una nueva creación, no una aniquilación, sino el llevar cada ser a su plenitud. Este es el diseño que Dios desde siempre quiere realizar y está realizando", dijo.
Por eso no hay que tener miedo, y la Iglesia y los cristianos pueden buscar ser "señal feliz de confianza y de esperanza en medio de nuestros hermanos", manifestó.
"Un poco feo el día, pero ustedes son valientes, ¨no? Felicitaciones, esperemos rezar juntos hoy", había dicho el Papa antes de comenzar la catequesis, mirando los paraguas abiertos sobre la plaza.
En los saludos, entretanto, pidió plegarias para que su viaje a Turquía dé frutos de paz. El Papa estará en Turquía desde el viernes hasta el próximo domingo.