Ya en mayo pasado el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, había reconocido que el Papa Francisco "seguía con atención" la situación por la que atraviesa Venezuela, y por ello había escrito una carta al Presidente del país, Nicolás Maduro, en el marco de la "preocupante situación de crisis política, social y económica que atraviesa" el país petrolero.

Cinco meses después, el propio Maduro reconoce ahora que "el camino de Venezuela tiene que ser el diálogo y el entendimiento". Y prueba de ello es que se ha comprometido a asistir "personalmente" al diálogo que se iniciará hoy entre representantes de la oposición y el gobierno en Caracas, bajo la mediación del Vaticano.

Monseñor Emil Paul Tscherrig, nuncio de Buenos Aires, será el mediador de las conversaciones que también cuentan con el aval del ex mandatario español José Luis Rodríguez Zapatero, el dominicano Leonel Fernández y el panameño Martín Torrijos. Algunos analistas consideran que esta puede ser la vía para encontrar una salida a la crisis venezolana.

Pero al margen de los resultados, el rol del Vaticano en la búsqueda de una salida a la crisis de Venezuela ha puesto de manifiesto la diplomacia del Papa Francisco, quien, a juicio del columnista del diario español El País Carlos Pagni, "se ha convertido en un protagonista de la política latinoamericana".

En ese sentido, Pagni asegura que el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, "que se negoció en la Santa Sede, es su iniciativa diplomática más relevante en el propio continente".

Como argentino, Jorge Mario Bergoglio también monitorea de cerca lo que sucede en su país. El Presidente Mauricio Macri conoce el peso del Papa Francisco entre sindicalistas y piqueteros, en momentos en que el gobierno busca destrabar el conflicto que mantiene con gremios y organizaciones sociales, entre otros motivos, por el pago de un bono de fin de año.

Por ello, la visita que Macri efectuó al Vaticano el 15 de octubre desató variadas lecturas. Algunos consideran que el mandatario buscaba "reconciliarse" con el Pontífice, luego del polémico encuentro de febrero pasado, cuando Bergoglio lo recibió sólo por 22 minutos. "La otra vez Macri fue a buscar una foto y eso con Bergoglio no funciona", comentó a El País el diputado Gustavo Vera, uno de los hombres más cercanos al Papa, quien asegura que Francisco "impedirá un estallido social en Argentina" y ayudará para que Macri pueda concluir su mandato.

Otro de los líderes de la región que visitará pronto al Papa Francisco es el colombiano Juan Manuel Santos. Su encuentro en el Vaticano esta agendado para el 16 de diciembre y se produce justo en momentos en que el gobierno colombiano y las Farc buscan salvar el proceso de paz, luego del triunfo del No en el plebiscito que rechazó el acuerdo con la guerrilla. En esa negociación, el Papa también jugó un rol clave, según el mismo reconoció. "Hablé tres veces con el Presidente Santos sobre este problema, y la Santa Sede está muy abierta a ayudar como pueda", declaró en 2015. Aunque aún no se ha establecido fecha, está previsto que el Pontífice visite Colombia en 2017, quizá cuando la paz ya esté sellada