El papa Francisco afirmó hoy que la libertad de expresión tiene sus límites y que no se puede provocar ni ofender a la religión, al referirse, aunque sin citarlo, al atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo en París.
El pontífice dijo que tanto la libertad de expresión como la libertad religiosa "son derechos humanos fundamentales" y precisó: "Tenemos la obligación de hablar abiertamente, de tener esta libertad, pero sin ofender".
El papa respondió así a una pregunta de los periodistas que viajaban con él en el avión que le trasladaba de Sri Lanka a Filipinas, adonde llegó hoy.
Sobre la libertad religiosa, destacó que "cada uno tiene el derecho de practicar su religión, pero sin ofender" y consideró una "aberración" matar en nombre de Dios. "No se puede ofender, o hacer la guerra, o asesinar en nombre de la propia religión o en nombre de Dios", afirmó.
El papa argentino consideró que aunque ahora pueda sorprender lo que está pasando en ese ámbito, en el pasado hubo guerras en las que la religión desempeñó un papel determinante.
"También nosotros hemos sido pecadores, pero no se puede asesinar en nombre de Dios", insistió.
"Creo que los dos son derechos humanos fundamentales, tanto la libertad religiosa, como la libertad de expresión", continuó el papa sobre la compatibilidad entre ambos conceptos.
Francisco lamentó que haya "mucha gente que habla mal de otras religiones o de las religiones (...), que convierte en un juguete las religiones de los demás".
Para el pontífice argentino, estas personas "provocan" y fue cuando estimó que hay un límite a la libertad de expresión. "Cada religión tiene dignidad, cualquier religión que respeta la vida y la persona, y yo no puedo burlarme. Y este es un límite, explicó el papa.