El Papa Francisco llamó el lunes a la paz y la reconciliación en la dividida península coreana y envió un nuevo mensaje de buena voluntad a China, al finalizar un viaje de cinco días a Corea del Sur que fue la primera visita papal a Asia en 15 años.
Antes de una misa en la Catedral de Myeongdong, en Seúl, el Papa Francisco oró con un pequeño número de mujeres que fueron obligadas a trabajar como esclavas sexuales para los soldados japoneses que ocuparon el país antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
Entre 150.000 y 200.000 mujeres coreanas fueron explotadas como esclavas sexuales por los japoneses, y la mayoría pasaron sus vidas en silencio; 56 de ellas siguen con vida, de acuerdo con otro grupo sin fines de lucro.
El tema ha sido durante mucho tiempo una espina en las relaciones entre Corea del Sur y Japón.
Un grupo de desertores de Corea del Norte y familiares de surcoreanos secuestrados por Pyongyang fueron invitados a la misa, a la que asistió la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye.
"La misa de hoy es, ante todo, una oración por la reconciliación en esta familia coreana", dijo Francisco, siguiendo una oración improvisada el viernes, cuando instó a los coreanos a trabajar para unirse como una familia "sin vencedores ni vencidos".
Corea del Norte rechazó una invitación de la Iglesia Católica de Corea del Sur para que los miembros de su Asociación Católica de Corea asistieran a la misa del lunes, citando el comienzo de unos ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, que también comenzaron el lunes.
"Oremos (...) por el surgimiento de nuevas oportunidades para el diálogo, el encuentro y la resolución de las diferencias", dijo Francisco.
MENSAJE A CHINA
Mientras el avión papal entraba en espacio aéreo chino durante su vuelo de regreso a Roma, Francisco mandó un telegrama al presidente chino, Xi Jinping, tras un mensaje sin precedentes que envió el jueves durante su vuelo a Corea del Sur.
"Volviendo a Roma tras mi visita a Corea, quiero renovar a su excelencia y conciudadanos las garantías de mis mejores deseos, mientras invoco bendiciones divinas sobre su tierra", afirmó el Papa en el telegrama.
Aunque es una tradición que el Papa envíe mensajes a los países sobre los que está volando, el Vaticano y Beijing han tenido relaciones tensas durante mucho tiempo y el Papa Juan Pablo II tuvo que evitar el espacio aéreo chino durante un viaje a Asia.
El domingo, el Francisco dijo que los gobiernos asiáticos no deberían temer a los cristianos, pues no querían "llegar como conquistadores", sino ser parte integral de culturas locales.
Los comentarios fueron dirigidos a países con gobiernos comunistas, como China, Corea del Norte y Vietnam.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo el jueves que había " la posición del Papa y reiteró la postura de que Beijing es sincero respecto a querer mejorar sus relaciones con el Vaticano.