El Papa Francisco llegó el viernes a Ankara para iniciar una visita a Turquía de tres días, en la que abogará por el diálogo entre religiones y la paz en Medio Oriente, pero que ha sido marca por el fuerte contingente de seguridad tras las amenazas del Estado Islámico (EI).

El Pontífice fue recibido en el aeropuerto de la capital por el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mehmet Cavusoglu, según imágenes difundidas por la  televisión estatal turca.

La llegada de Francisco a un país musulmán está marcada por imponentes  medidas de seguridad después de las amenazas lanzadas por la organización Estado Islámico, a las que el Vaticano no ha dado importancia.

El papa argentino no tiene programado paseos en papamóvil, ni baño de masas.

Según la prensa turca, 2.700 policías han sido movilizados en Ankara y  7.000 en Estambul. Numerosas calles, sobre todo aquellas de las zonas más  turísticas, permanecerán cerradas. 

Durante su permanencia, el papa se desplazará en un automóvil alemán blindado tal fue como impuesto por las autoridades turcas, que no aceptaron su  pedido de viajar en un vehículo pequeño.

Después de las visitas a Jordania y Albania, se trata del tercer viaje de Francisco a un país de mayoría musulmana.

DIÁLOGO DE PAZ

El motivo oficial de la visita de Francisco es reunirse con Bartolomeo I, el patriarca ortodoxo ecuménico de Constantinopla, con el que mantiene lazos de  amistad, pese a ser una iglesia separada de Roma desde el siglo XI.

El papa argentino se reunirá esta tarde con el presidente Recep Tayyip Erdogan en su nuevo y controvertido palacio, para continuar su visita en  Estambul el sábado y el domingo, donde visitará el Museo de Santa Sofía y la  Mezquita Azul, lugares emblemáticos para los musulmanes.

Su antecesor Benedicto XVI también lo hizo, aunque en un contexto mucho más  tenso por sus controvertidas declaraciones sobre la relación entre violencia e  islam, que generaron una ola de protestas.

El pontífice, cuya popularidad crece entre católicos, judíos y  musulmanes, desea mostrar con hechos que el diálogo es posible entre las  religiones y que pueden trabajar juntos por la paz.

Se trata de un viaje delicado, ya que Turquía, con 76 millones de  habitantes, es un país 99% musulmán y vive fuertes tensiones por los conflictos  en Irak y Siria, que reactivaron los enfrentamientos internos entre kurdos y  turcos.  

Francisco también se reunirá con el primer ministro, Ahmet Davutoglu.

DOS MILLONES DE REFUGIADOS

No se descarta que el papa se reúna con grupos o representantes de  cristianos y otras minorías que han tenido que huir de Irak y Siria.

Si bien el programa oficial no incluye encuentros o visitas a los  refugiados, fuentes religiosas consideran que Francisco, que es sumamente  sensible a ese tema, va anunciar a última hora una reunión con ellos.

En el avión, el papa ha alabado el esfuerzo de Turquía a la hora de acoger a quienes huyen de la guerra en Siria, más de un millón y medio en la  actualidad. "Turquía aporta mucha ayuda a una gran cantidad de refugiados",  aseguró.

También se espera un mensaje de apoyo a la minúscula minoría cristiana  turca, formada por unas 80.000 personas en un océano de 75 millones de  musulmanes.