Los obispos católicos de todo el mundo fueron ordenados este jueves por el Papa Francisco, a cooperar ampliamente con la comisión, establecida por el pontífice, para proteger a los niños del abuso sexual por parte de clérigos otorgando una máxima prioridad al tema si salieran a la luz nuevos escándalos.
El Pontífice envió la carta a los obispos y directores de instituciones religiosas un día antes de que la comisión, que él estableció el año pasado, celebre su primera reunión completa.
En la carta, el Papa dice: "Se debe continuar haciendo todo lo posible para erradicar de la Iglesia el flagelo del abuso sexual de menores y adultos vulnerables, y abrir un camino de reconciliación y curación para quien ha sufrido abusos".
"Las familias deben saber que la Iglesia no escatima esfuerzo alguno para proteger a sus hijos (...) no se podrá dar prioridad a ningún otro tipo de consideración, de la naturaleza que sea, como, por ejemplo, el deseo de evitar el escándalo, porque no hay absolutamente lugar en el ministerio para los que abusan de los menores", agregó.
Una integrante de la comisión, Marie Collins, de Irlanda, quien fue víctima de abuso sexual, dijo a Reuters que los miembros del grupo pidieron al Papa que escriba una carta para impedir cualquier resistencia de los obispos hacia su trabajo.
Los 1.200 millones de miembros de la Iglesia Católica se han conmovido por el escándalo que involucra el abuso sexual de niños por parte de sacerdotes en todo el mundo en los últimos 15 años.
Desde su elección en marzo de 2013, Francisco ha prometido en varias ocasiones que tendrá tolerancia cero con los agresores sexuales, pero las víctimas de los abusos quieren que haga más y que se juzgue a los obispos que supuestamente los encubrieron.