El papa Francisco se unió este miércoles al dolor de las familias españolas por la muerte de al menos 60 personas y 110 heridos al descarrilar en Santiago de Compostela (noroeste español) un tren con 220 pasajeros que cubría la línea Madrid-Ferrol, informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Francisco fue informado del accidente y expresó su tristeza, señaló Lombardi, que pidió a los periodistas acreditados para la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud que se celebra en Río de Janeiro un minuto de silencio por las víctimas.
El Pontífice reza por las víctimas, agregó Lombardi, que señaló que el accidente se produjo en la vigilia de la festividad del apóstol Santiago y que posiblimente entre los muertos pueda encontrarse algún peregrino que iba a Compostela.