El Papa Francisco rezó en silencio el sábado junto a un importante clérigo islámico en la Mezquita Azul de Estambul, en un gesto de armonía entre religiones en un país que limita con países en conflicto como Siria e Irak.

Francisco se quitó los zapatos al ingresar a la enorme mezquita, antes de inclinar su cabeza para orar durante varios minutos, mirando en dirección a la Meca y al lado del Gran Mufti Rahmi Yaran de Estambul, en lo que el portavoz de El Vaticano describió como un "momento conjunto de adoración a Dios en silencio".

Un acto similar de su predecesor el Papa Benedicto en el 2006 generó criticas de católicos conservadores y algunos musulmanes.

Varios cientos de personas, muchos de ellos turistas, observaron desde atrás de las barreras policiales mientras el Papa caminaba hacia el museo cercano de Aya Sofya, que fue alguna vez la iglesia cristiana Hagia Sophia.

Un grupo de escolares que ondeaban banderas de Turquía y El Vaticano entonaron "Larga vida al Papa Francisco" en italiano mientras sonaba el llamado musulmán a la oración a lo largo de la plaza Sultanahmet, el corazón del centro histórico de Estambul.

"Debemos mostrar respecto en las creencias de los otros. Si Dios quiere la visita del Papa ayudará en este sentido", dijo Halil Ibrahim Cil, de 24 años y trabajador de un hospital en Estambul.

"Queremos practicar nuestra religión en paz. Queremos que la gente entienda el Islam. No queremos guerra", agregó.

Insurgentes del Estado Islámico han tomado el control de partes de las vecinas Siria e Irak, persiguiendo y matando a musulmanes chiíes, cristianos y otros que no comparten su visión radical del Islam suní.

Francisco dijo el viernes que combatir el hambre y la pobreza, en lugar de una intervención militar, era clave para detener a los militantes islámicos.

La Mezquita Azul, conocida oficialmente como la mezquita Sultanahmet, fue inaugurada en 1616 y es la más famosa de Turquía. Su popular nombre hace referencia a los finos azulejos azules de Iznik en su principal salón de oración.