De los patios nos preguntan las internas de qué canal somos. Caminamos algo más por los pasillos y muchas mujeres nos gritan que entrevistaremos a la mejor. Le lanzan besos y la aplauden. Llegamos a la capilla de la Cárcel de Mujeres de San Joaquín y ahí la vemos, toda una celebridad entre las reas, la hermana Nelly León.

Lleva 12 años como capellán en el recinto penitenciario, y se nota que ha hecho un trabajo intenso, porque las mujeres la adoran. Una fundación a cuestas y programas que se han llevado adelante con éxito son lo que han levantado a la cárcel y por eso se transformó en un buen lugar para que el Papa Francisco conozca en su visita a Chile en enero del próximo año.

Muy humilde ante la pregunta si este es un buen lugar para que el Pontífice visite, la hermana Nelly contesta: "estamos haciendo todas las gestiones para que el Papa nos visite, seguramente lo tendremos por aquí". Lo que ya es seguro.

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"Este lugar tiene un plus distinto, porque nunca fue construido como cárcel, no tiene torre, grandes pasillos, muchas rejas, una quisiera que este fuera un internado de señoritas", ríe.

-¿Si tuviera que definirle este lugar al Papa Francisco en una frase, qué diría?

Que este es un lugar donde viven muchas mujeres y que estamos luchando por su dignidad y que sean respetadas como hijas de dios.

FAMILIAS TRAS LAS REJAS

"Cuando se encarcela a una mujer, se encarcela a una familia" dice la hermana Nelly.

"Un hombre hace su prisión más solo, pero sí exigiéndole muchas cosas a las mujeres, hay muchas que están presas porque el hombre les exigía llevar drogas, etc. "Hace un tiempo en Gendarmería se hizo una pequeña estadística, en esta misma unidad, que arrojaba que el 90% de las visitas en una cárcel de hombres son mujeres y en una cárcel de mujeres, el 80% de las visitas son mujeres. El hombre se rearma más fácilmente afuera, la mujer es mucho más fiel en acompañar a su pareja en el proceso de privación de libertad".

ABANDONO A LOS HIJOS

Sin duda lo más difícil para las internas es dejar a sus hijos. "Este es un tema muy duro de trabajar, tú le hablás de los niños a las mujeres y se derrumba hasta la más dura (...) es muy duro igual para un niño entrar a la cárcel. Si llegan el lunes al colegio y preguntan dónde fuiste el fin de semana, es muy duro para un niño decir fui a ver a mi mamá a la cárcel; además pasan por el allanamiento, donde le bajan su ropa y eso es muy impactante", relata.

"La mujer sufre una triple condena, la condena por la que está pagando, el abandono de los hijos y la venganza de la pareja o de las personas que le tienen a los niños".

"EN CHILE SE ENCARCELA A LOS POBRES"

"Lo que me sigue impactando es que los presos son los pobres, en la cárcel están los pobres entre los pobres, hay gente de dinero que comete grandes delitos, estafas, colusiones y no están tras las rejas".