En una entrevista con la web brasileña Uol, Pelé habló sobre el racismo que reciben los jugadores en el estadio. "El gran problema es que se da atención a esos locos que van al partido y no son aficionados, son bandidos", afirmó el ex Santos.
Además, puso el ejemplo de su compatriota, Daniel Alves, quien el año pasado se comió una banana que le fue lanzada desde la grada de un estadio en España cuando se disponía a lanzar un córner. "Si los futbolistas ignorasen los insultos, la ola de racismo se acabaría en los estadios y nunca más nadie iría a hacer nada", sostuvo.
Pelé hizo una comparación cuando era jugador "ocurría lo mismo: insultaban pero nunca hubo esa preocupación, esa atención que se dio a los que les gusta segregar". También agregó que "si fuera a pelear todas las veces que me llamaron negro en los Estados Unidos, en Europa, en América Latina y en Brasil, aún estaría procesando a todo el mundo", comentó el exdeportista de 74 años.